Nueva página de Liga, donde el equipo culé buscaba no alejarse de la punta en manos del Real Madrid. Siempre con el temor lógico de últimos encuentros, en donde la plantilla no ha mostrado parte del bagaje de juego que supiéramos conocer.
El Villarreal no es una escuadra que pueda facilitar la tarea, con jugadores que conocen de lo suyo, jugando al contragolpe que sabemos puede lastimar a la blaugrana. Si bien es cierto, el Barcelona comenzó ganando desde el vestuario – según la definición popular ante ese gol en contra que favoreciera al club catalán –nuevamente, hoy nos tocó padecer aquella experiencia en propia portería: pelota entre líneas que culminara en gol del Submarino Amarillo.
No obstante, hoy pudimos apreciar a un armado distinto en cuanto hace la posición de Lío, Antoine y Luis, quizás lo más importante sea la posición del francés, no estando encajonado posicionalmente contra la línea, movilidad por el centro, buscarse con Messi, desmarque por la izquierda de Suárez.
Un párrafo aparte para el andar y juego de Sergi Roberto, se lo puede definir de distintas maneras, allá por la izquierda, junto a Jordi en un ir y venir sumamente interesante y fructífero para el equipo. Además, fue aditamento, complemento, elemento que uniera al juego de ese tridente ofensivo: Luis, Lío y Antoine.
Y no paró allí, cuando le tocó desempeñarse por el lateral derecho, también lo hizo de manera positiva.
Por otro lado, vemos que no son los días en donde Messi puede llegar a convertir varios goles en un encuentro, sí demostrando que su genialidad sigue intacta (ejemplo el tiro libre que diera en el travesaño, de no creer). El perfil de los goleadores suele estar teñido de “sequías”, en este caso el rosarino parece estarla atravesando esa etapa.
Si analizamos, seguimos viendo que ante situaciones VAR con dudas, siempre caen en sentido contrario a los intereses barcelonistas. De acuerdo a lo que viéramos (gol Villarreal) la “interpretación” fue sumamente cuestionable.
Otro aspecto llamativo, fue ver las actitudes de Quique Setién, ayudantes y aún los jugadores de la banca, gestos adustos, distraídos. Quique más parecía estar en una playa del Caribe que dirigiendo al Barcelona. ¿Qué indica todo esto? ¿extrema preocupación?
Solo cabe expresar: continuará….
Néstor Nanni
Colaborador
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