El Barcelona ha vuelto a empatar por tercer partido consecutivo, esta vez ante un Atlético de Madrid que como ya es costumbre, establece con el rival más contacto físico de lo debido. El encuentro se le puso de cara al Barça en primera instancia con un gol de Diego Costa en propia puerta, pero poco pudo saborear su ventaja el conjunto azulgrana, pues apenas dos minutos después, el colegiado señalaba penalti a favor de los colchoneros. Y aquí comienza nuevamente la polémica arbitral.
Diego Costa quiso enmendar el error del gol en su propia meta y se encargó de lanzar la pena máxima. Los culés estallaron de jubilo cuando Ter Stegen detuvo el disparo del brasileño sin embargo, el árbitro, muy riguroso con el Barcelona, mandó a repetir el penalti y monstruo la cartulina amarilla a Ter Stegen, supuestamente, por haberse adelantado antes de tiempo.
Esta vez fue Saúl quien probó suerte y en esta ocasión, el guardameta alemán no fue capaz de evitar el empate a uno, que rápidamente subió al marcador. Los colchoneros se vinieron arriba tras este lance, pero el Barcelona siguió mostrando mejor fútbol y así lo hizo hasta el termino del encuentro. Lo malo es que la buena suerte le dio la espalda una jornada más.
El asistente se negó en rotundo a revisar la jugada en el VAR pese a los reclamos de los futbolistas azulgranas, quienes veían como nuevamente el arbitraje se decantaba hacía el rival y volvía a perjudicarles.
En el segundo tiempo, Messi marcó de penalti su gol 700 ante un Oblak que nada pudo hacer para detener el disparo a lo panenka del argentino. Pero nuevamente, poco duró la felicidad en la casa del pobre. Un toque más que discutible de Semedo sobre Carrasco, hizo que éste último se tropezara consigo mismo y cayera dentro del área del Barcelona. Una vez más, Hernández Hernández señaló la pena máxima y el Atlético estableció el definitivo 2-2. La polémica volvía a estar servida.
Dos penaltis rigurosos, uno tal vez inexistente, volvieron a privar al Barça de mantenerse vivo en la lucha por una Liga que cada vez se le pone más fácil al Real Madrid.
El Atlético repartió a diestro y siniestro, como ya es habitual, aún así, fueron los catalanes quienes más castigados salieron de los lances de cuerpo a cuerpo. Messi acabó aplastado por dos jugadores rivales y el colegiado no consideró que hubiese falta, sin embargo el propio Messi vio más tarde la cartulina amarilla por una falta sobre que nunca existió.
El doble rasero con el que actúan los árbitros, sobre todo desde que se retomara la competición tras el parón por el coronavirus, aleja cada vez más al Barça de un título de Liga que parece estar destinado a llevarse el Madrid, sea de la forma que sea.
A día de hoy, el Barça está sólo contra el mundo
Diana Velasco Silgado @missVel11
Colaborador
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Han decidido que la Liga se la lleve el Madrid y no hay más. Pese a que estamos jugando mal y estamos fundidos, si no es por las decisiones arbitrales a favor del Madrid y en contra nuestra, seguiríamos líderes.
Jugadas discutibles aquí, jugadas discutibles allá, siempre quedan a favor del Madrid y en contra del Barça: me viene a la mente la famosa llamada de Florentido a Rubiales, mientras que antes, en enero, Ramos lloraba por el VAR y ahora dice que los árbitros y el VAR están para ayudar, antes piedras y ahora rosas, de traca