Para que el Barcelona tenga posibilidades de pensar en ganar la Champions League, debe ser más ofensivo e intentar ganar todos los partidos. Salir a especular con el tiempo, aunque se sea poseedor del balón, no es una buena manera de encarar los partidos en Europa. Los rivales contra los que se juegan o se podría llegar a jugar, son mejores que la mayoría de liga española, con mejor calidad. Pretender no cometer nunca un error de pase o de marcaje en todo el partido es puramente una quimera.
Así, sabiendo que el estilo del Barcelona, tiene que ser casi perfecto para tener la portería a cero, lo que debería hacer, siempre, mientras se siga compitiendo, es procurar marcar más goles que el rival. Además, sería mucho mejor el comenzar marcando. No es lo mismo encarar un partido con un gol a favor y con una posesión del balón ofensiva, que tenerlo en contra y una posesión del balón claramente defensiva, en una el rival se siente incómodo y al estar debajo en el marcador se precipitan y ejecutan mal las decisiones, y en la otra, aunque sin balón, están mucho más cómodos.
Contra el Nápoles no se consiguió, para mi gusto, se tardó demasiado en reaccionar al gol napolitano, quizás porque no se esperaba, se tiene que ser más fuerte mentalmente y sobreponerse a situaciones adversas, además parece como si el equipo empezara a mirar a la portería contraria cuando ya se iba por debajo en el marcador,
Quique Setién, parece que al igual que Messi, piensa que no, que el equipo no tiene suficiente poder ofensivo, pues sacó un equipo bastante defensivo, con un Arturo Vidal jugando de nueve, más para ser el primer defensa, para presionar arriba, que, para golear. Además, prefirió las veteranías de Sergi Busquets y Rakitic, que, si bien son capaces de dar asistencias de gol, jugarón para seguramente darle al medio campo más solidez defensiva. Pero bastó, un solo error, un pase mal ejecutado de Piqué, una recepción tosca de Firpo para que Dries Mertens pusiera al Nápoles, que hasta ese momento le dejaba toda la iniciativa al Barcelona, se pusiera por delante. Luego le continuó dejando toda la iniciativa al Barça, que se veía incapaz de hacer más jugada que el pase al compañero. Pero por suerte el equipo no entró en la precipitación y llegó el empate de Griezmann, Tras el cual, el partido entró en una dinámica en la que los dos querían marcar, nadie lo logró, pero esa actitud, la de querer ganar a fuera es la importante, que se tenga equipo para eso, para ganar siempre, ya es otra cuestión.
Diego Barbosa @DBarbosa03
Colaborador
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