El próximo mes de enero, Leo Messi podría hablar con otros clubes que quieran ficharlo, ya que su contrato expira el mes de junio del próximo año. Estamos hablando desde el punto de vista contractual, algo que genera estupor en el entorno culé, y que produce sudor frío con tan sólo pensar, que el mejor jugador de la historia del deporte Rey, puede despedirse de tu club el próximo verano.

Impensable tan siquiera hacerse la idea, al menos para mí, que la siguiente campaña, nuestro “D10S” ya no esté en nuestras filas. Tristísimo con tan sólo pensarlo, esa es la verdad.

Ver a un Barça sin Leo a corto plazo, es inimaginable, porque el 10 aún se siente con fuerzas para seguir rindiendo al máximo, en el club de su vida. Reiteradamente, ha declarado su amor al club azulgrana, al club de sus amores, a la entidad que se lo ha dado todo desde sus inicios, tanto personal, como profesionalmente. Es normal que el temor esté ahí, dado que es un jugador único, diferente e irrepetible, alguien que idolatramos hasta límites insospechados y que será difícil vernos sin él en nuestro amado club. Será duro y doloroso, pero ese día llegará y no nos quedará otro remedio que asumirlo, el tiempo pasa para todos y aunque a veces parezca que no, también es humano y envejece como el resto de los mortales.

En el debate semanal de nuestro programa, el tertuliano que más controversia genera, nuestro estimado Quim Molins, decía al respecto: “Si se va Leo, ya vendrá otro” Declaraciones que han hecho saltar de inmediato a los tertulianos presentes. Personalmente, no estoy de acuerdo con las palabras de Quim, pues un jugador, que desde que está en nuestras filas, ha conseguido más de un tercio de los títulos que tenemos en nuestra historia, no se debe tratar de la misma manera que al resto de míticos futbolistas, que han pasado por nuestro adorado club. Está claro que algún día nos dejará, pues como decía anteriormente, la edad pasa para todos y es el transcurso natural de la vida. Esperemos que se retrase lo máximo posible, por nuestro bien, porque habrá un Barça antes de Leo y otro después de él.

Nada volverá a ser igual.

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