Se acabó la pesadilla para Arthur. Ha llegado el momento de que dé un paso adelante, para afianzarse, definitivamente, como titular indiscutible en el centro del campo culé. Esta es su temporada, necesita demostrar por qué en su momento se le llegó a comparar con el mejor Xavi, porque es cierto que ofrece algunas características del juego que se asemejan a algunas de la leyenda de Terrassa.

El caso es que el brasileño vivió en la temporada pasada un año para el olvido. Casi como si no estuviera, al más puro estilo del Umtiti de la temporada anterior: Lesiones, incertidumbre y poca continuidad en su juego. Incluso se llegó a hablar de una hipotética “fragilidad física” del jugador, parecida a la del escurridizo Dembélé, siempre salvando las distancias. No obstante, no fueron precisamente las lesiones lo que mermaron su continuidad, pues la realidad es que Arthur no era capaz de disputar todo el juego en los partidos, porque se notaba cómo bajaba notablemente su condición física a partir del inicio de la segunda mitad. Los datos no mienten: disputó los 90 minutos, en tan sólo 6 de los 47 partidos que lleva a sus espaldas desde que llegó a Barcelona, un hecho realmente preocupante. 

Sin embargo, la realidad es que Ernesto Valverde ha confiado en los últimos dos encuentros en el centro del campo, formado por el trivote Busquets-Arthur-de Jong, y que apunta a ser el esquema fijo para el eje del once culé. Y esto, obviamente, beneficia a Arthur, que el año pasado no acabó de situarse como titular en el medio campo por delante del intocable Ivan Rakitic, quien parece haber quedado relegado a un segundo plano.

En Dortmund fue de lo mejor del Barça (a excepción del soberbio Ter Stegen), por delante de un De Jong superado y de un Busquets desacertado en el centro del campo. Fue el único que intentó darle un ritmo coherente al juego con contínuas conducciones hacia delante, mostrándose muy seguro en su juego y ofreciéndose contínuamente a sus compañeros. De nada serviría finalmente estos breves destellos del brasileño, porque los locales acabarían pasando por encima de los de Ernesto Valverde en intensidad, y en transiciones defensa-ataque. 

Es indudable que Arthur es el jugador perfecto para el Barça, venido de Grêmio hasta Barcelona, para hacerse con el puesto de titular como medicentro, a sus 23 años de edad.

Poco a poco, va despejando cualquier duda que pudiera manchar su imagen, con buenas actuaciones en el terreno de juego, convirtiéndose con creces en un jugador clave para el equipo, y muy aclamado por el aficionado culé.

Arthur Melo, un jugador diferente y muy necesario dentro de un Barça muy lejos de encontrar su mejor versión, para rendir al máximo con el objetivo de conseguir el mayor número de títulos posibles.

Este es el año del brasileño, de eso no cabe duda. El Camp Nou es muy exigente y él lo sabe. O la gloria, o la vuelta al olvido.

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