Ernesto Valverde afronta su tercera temporada al mando del Barcelona. Una campaña crítica para el técnico, con mucha presión por ganar una Champions League que se le ha escapado al conjunto catalán, tras las debacles de Roma y Liverpool. El club que preside Josep Maria Bartomeu, ha realizado este verano un gran esfuerzo por mejorar la plantilla, y si no se logra el título europeo, el entrenador español podría agotar su crédito.

Si bien es cierto que cuanto mejor sea una plantilla, mejor para el entrenador, un exceso de futbolistas puede conllevar algún que otro dolor de cabeza. Todo el mundo quiere jugar, y su condición de profesionales, empuja muchas veces a los jugadores a forzar situaciones en busca de minutos. Malas caras, declaraciones fuera de lugar, o presiones por parte de los agentes, son algunas de las consecuencias que tiene dejar en el banquillo a una estrella.

En este sentido, Ernesto Valverde tiene ante sí todo un rompecabezas. La portería y la defensa son dos líneas donde el técnico puede ir más relajado, ya que tiene las posiciones dobladas. Los sudores le deben entrar a partir del centro del campo. En la medular, Valverde cuenta con seis futbolistas, para tres posiciones. Busquets, Arthur y De Jong parecen apuntar al once de gala, pero Rakitic, Vidal y Aleñà darán guerra. Además, el técnico culé debe gestionar el crecimiento de Riqui Puig, una de las perlas de la Masía más demandadas por la afición azulgrana.

¿Y qué decir de la delantera?. Los tres puestos de ataque se los debían repartir, a priori, entre cuatro futbolistas: Leo Messi, Luis Suárez, Dembelé y Griezmann. Pero las circunstancias han provocado la participación de dos chicos de la cantera, como Carles Pérez y Ansu Fati. Y vaya si han aprovechado sus minutos. Pérez completó un gran partido ante el Betis, marcando un gol y desbordando constantemente. La actuación ante el Valencia de Ansu Fati fue de otro mundo, con tan sólo 16 años. Así pues, si una estrella ya debía quedar fuera del once, ahora Valverde tiene dos nuevos futbolistas a gestionar, con los que no contaba en la planificación.

 Sin duda, la posición del técnico extremeño no es sencilla. Por un lado, al dirigir un club como el Barcelona, tiene que conseguir resultados, pero al mismo tiempo, debe gestionar un grupo amplio de futbolistas, una mezcla de pesos pesados y jóvenes promesas. No será posible tenerlos a todos contentos, y cada jornada deberá descartar a jugadores que la afición querría ver sobre el césped. Seguramente, los éxitos logrados a final de temporada, serán los que marquen si el entrenador culé ha conseguido resolver su particular sudoku.

Alejandro Montesinos @alejandroms1989

Colaborador

Ver otras noticias de nuestro blog
¡A tus pies, Lamine!
¡A tus pies, Lamine!

El FC Barcelona afrontaba esta atípica jornada de viernes, tal vez, con la mente en el próximo martes; el 12 de marzo es una fecha que muchos culés tendrán marcada en el calendario. Sin embargo, un Mallorca que está de dulce, tras clasificarse a la final de la Copa...

leer más
Preocupación por João Félix
Preocupación por João Félix

Las últimas actuaciones del extremo luso despiertan las dudas respecto a su futuro en el club, justo cuando iban a comenzar las negociaciones por su continuidad en el Barça. De hecho, se llegó a decir que el propio Xavi Hernández era contrario a su llegada, pero...

leer más
Share This