En el partido del pasado sábado que enfrentó a Barça y Valencia en el Camp Nou, y que acabó 5-2, hubo un nombre que destacó por encima de muchos. No hablamos de Luis Suárez, que demostró que su hambre de gol sigue intacta, hablamos del nuevo diamante en bruto de la Masia: Ansu Fati.

En su primer partido como titular en el primer equipo, volvió a mostrar-nos que las piernas no le tiemblan, y menos si el escenario es el mismísimo Camp Nou o tenga delante a un equipo como el Valencia, por mucha crisis interna que esté viviendo. Sólo dos minutos necesitó para meter el primero del encuentro, y cinco minutos después, le regaló el primer gol como culé a De Jong, después de hacerle un quiebro a Garay. Piensen una cosa, la criatura tiene la edad de un chaval que hoy estaría cursando segundo de bachillerato y, si vamos a elecciones, no podría votar todavía. Aun así, ya hay quien ve que Leo Messi tiene sucesor.

No obstante, cuando a algunos se les cae la baba con el joven jugador de la Masia, hay muchos que piden calma y paciencia. Seguramente, estaremos siendo cautos no vaya a ser que acabe siendo como Vinicius, jugador que ha necesitado 1100 minutos para meter en Liga los goles que ha metido Ansu Fati en 60. La realidad es que lo poco que hemos visto de él tiene buena pinta y ha sido decisivo en partidos como el de Pamplona, que pese al empate fue decisivo para empatar el partido cuando peor estaba el Barça.

Puedo estar de acuerdo con que hay que tener paciencia y no hay que decir tan rápido que puede ser el futuro Messi (eso son palabras mayores), pero no me imagino que en Mónaco hubieran dicho con Mbappé que se fuera cauto, solo tenía 18 años cuando hizo la gran campaña con el club monegasco en el 2017 (campeón de la Ligue 1 y semifinalista de Champions). Un año después, fue campeón del mundo con Francia en Rusia.

Sabemos que cuando vuelva Messi será difícil que Ansu tenga minutos y seguramente volverá al juvenil, donde estará bajo las ordenes de un Víctor Valdés, que apunta a gran entrenador, pero estos tres partidos que ha jugado son una buena prueba de acceso para que cuando sea jugador del Barça B entre en muchas convocatorias del primer equipo. Así que hay que ser pacientes, pero no esperemos demasiado. Lo podemos lamentar.

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