Luego de la expectación mediática de las últimas semanas sobre el caso del brasileño Neymar JR,  PSG – Barça,  etc. No queda más que el cansancio y el desenlace de lo que para muchos se veía venir desde el mismo momento en el que el jugador decide salir del FC Barcelona. En  ese mismo momento en que muchos de nosotros vimos con muy malos ojos que la Junta Directiva del FC Barcelona, no sólo porque permitiese la salida del jugador, casi viendo la negociación con los brazos cruzados, sino que además se podría decir que de manera inexplicable, no le costó la salida o el voto de censura por parte de los socios del club azulgrana.

La marcha de Neymar fue menos traumática de lo esperado y es que el equipo pudo sobreponerse muy bien a su partida, ya a mitad de esa temporada no nos acodábamos del brasileño, más que cuando venía por la ciudad Condal a visitar a sus amigos de vestuario. Seamos honestos, el chico tiene talento futbolístico, quizás está llamado a ser el mejor una vez D10S se retire del deporte Rey, pero eso no compensa la mala gestión de su representante, consejeros, amigos y amiguetes, que alguna vez, le hicieron pensar que había un vestuario, una afición y estilo de juego mejor que la del Barça.

De momento la única satisfacción que nos podrá dar Neymar será la de volver a dejar plantado a Florentino Pérez y a su “señorío blanco”, prefiriendo a los verdaderos reyes del fútbol actual, de lo contrario, no llegaremos a enero, y ya volveremos a escribir sobre el astro brasileño, no por sus goles ni regates, sino porque no estará cómodo en ningún sitio luego de haber estado en el cielo. Bienvenido Neymar, y si de verdad quieres ser grande, lo tendrás que demostrar también más allá del césped.

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