Hace pocos días se hizo oficial la cesión de Coutinho al Bayern de Múnich. El club bávaro pagará 8,5 millones por la cesión y se encargará de pagar la totalidad de la ficha del futbolista brasileño, unos 12 millones de euros. Además, la cesión incluye una opción de compra no obligatoria de 120 millones de euros.

De esta manera, el fichaje más caro de la historia del Barça abandona el club tras sólo un año y medio en la Ciudad Condal. Coutinho llegó con la estela de crack, se decía que encajaba como anillo al dedo al estilo Barça y que sería el nuevo Iniesta, pero hemos podido comprobar que este último tópico, era más bien una utopia que una realidad. La calidad de Coutinho es incuestionable, y lo pudimos ver en su etapa en Liverpool y también en su corta estancia en Cornellà-El Prat. Pero, en mi opinión, si nos ponemos a analizar profundamente, el fichaje de Coutinho no tenía sentido. Pienso que las cualidades del brasileño destacan más en una forma de jugar contragolpista, de transiciones rápidas y de correr. Además, Coutinho es un mediapunta, un “10” clásico, y en el esquema del Barça no podía realizar esa función ya que en el 4-3-3 habitual Messi juega con libertad absoluta y tiende a ir hacia dentro frecuentemente.

No obstante, el tramo enero-junio del jugador carioca en la temporada 2017-18 fue más que notable. El brasileño arrancó varias veces por la derecha, ya que Iniesta estaba en la izquierda, y con el esquema 4-4-2 que empleó Valverde en su primera campaña al frente del Barça se vio favorecido, ya que arrancaba desde más atrás, podía participar más en la creación, y hacer esas conducciones con el balón que tanto le gustan.

Pero con la marcha de Andrés Iniesta al fútbol japonés, todo cambió. Coutinho comenzó a desempeñar la función de interior izquierdo en un 4-3-3. Duró 3 partidos. A Valverde no le agradaba del todo y no disputó ni un minuto más en lo que restó de temporada en esa posición. Coutinho pasó a jugar como extremo izquierdo y, como todos pudimos ver, no encajaba en ese rol. El brasileño no es de ir al espacio, es de pedir la pelota al pie y lanzar a sus compañeros. Pero aunque estuviera jugando en un sitio que no era el suyo, la actitud mostrada no era ni mucho menos correcta. Coutinho pasaba totalmente desapercibido,  no se ofrecía, no se movía, y siempre tomaba la decisión incorrecta: cuando había que darla de primeras aguantaba el balón demasiado tiempo, y viceversa. Además, siempre estaba con “cara de pomes agres” como se dice en Catalunya (con cierta expresión de que la cosa no rueda bien), y parecía que el Barça jugara con diez todos los partidos.

Sin embargo, piendo que Valverde ha tenido parte de culpa en el fracaso de Coutinho en el Barça. Se le fichó para que jugase de interior, y sólo lo hizo durante tres partidos. ¿Por qué Valverde no le enseñó a ser interior?. ¿Por qué no apostó por él en mediocampo para que se fuera adaptando a la posición, si se le fichó porqué era el nuevo Iniesta?. ¿Por qué Valverde no lo formó como ha hecho Guardiola con De Bruyne o Bernardo Silva, o con Iniesta en 2008?. De Bruyne ha pasado de ser un media punta clásico como Coutinho, a un interior prácticamente perfecto para el 4-3-3. ¿Valverde no podía hacer lo mismo?. Un entrenador está para eso, para formar y enseñar a sus jugadores, no sólo para hacer alineaciones. Además, era evidente que Coutinho, jugando de extremo, no aportaba nada. ¿Por qué no poner a Dembelé o Malcom, que son extremos, y sí a Coutinho, que no lo es? 

La dirección deportiva también tiene parte de responsabilidad. ¿Por qué se le fichó? ¿No podían traer a alguien que encajara más en el rol de interior, como Arthur o De Jong, que han acabado llegando igual?. 

Y tras este pequeño desahogo al más estilo Mourinho, volvemos al hecho principal de este artículo de opinión: que el brasileño ha firmado por el Bayern. De esta manera, Coutinho deja el club con más sombras que luces, y esperemos que en Múnich pueda ofrecer la versión por la cual el Barça pagó 140 Millones por él hace año y medio.

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