El FC Barcelona logró la victoria en un encuentro plácido a pesar del resultado final (1-0). A partir de la expulsión del portero canario, los azulgrana no asumieron riesgos y durmieron el partido a través de la posesión. El tanto de Raphinha hace que los culés recorten distancias con un Real Madrid, que en caso de no superar al Athletic Club, estaría a cinco o seis puntos, dependiendo de si empatara o perdiese.   

Volvía la liga a Montjuïc después de un parón muy inoportuno que frenó en seco la dinámica positiva de un Barça en alza. Los triunfos en el Civitas Metropolitano y la incontestable frente al Nápoles, que certificó el pase a cuartos de final, hacían soñar a una afición que tuvo que despedir a su equipo en un momento dulce. 

Los compromisos internacionales y la larga lista de bajas en la plantilla azulgrana, hacían pensar que Xavi haría rotaciones ante Las Palmas. Sin embargo, el técnico era consciente de la importancia de los tres puntos y optó por un once muy reconocible, a pesar de la ausencia de Christensen. 

A pesar del cúmulo de minutos que acarreaban jugadores como Lewandowski, Lamine Yamal, Gündogan y Raphinha, el míster les dio la titularidad. Joao Félix y Vitor Roque aguardaban en el banquillo junto a un Ronald Araújo que llegaba entre algodones y dejaba su puesto a Iñigo Martínez para acompañar a Cubarsí. 

A los cinco minutos, Robert Lewandowski ya mandaba el esférico a guardar, pero el tanto fue anulado por fuera de juego tras una gran combinación del polaco con Raphinha. Los canarios comenzaron valientes, con un juego propositivo y arriesgando en la salida de balón. De hecho, antes de los diez minutos, Munir casi aprovecha un error de Cubarsí, pero todo quedó en un susto. 

La presión asfixiante de los culés dificultaba la posesión de los de García Pimienta y los locales lograban recuperar rápidamente el balón. Además, los isleños daban un paso al frente, con una defensa muy adelantada, pero concediendo mucho espacio a la espalda. Antes del cuarto de hora empezó a diluviar sobre el Lluís Companys. Pero la lluvia no empaña la calidad de un Cubarsí que envió una pelota teledirigida a Lewandowski, que a punto estuvo de abrir la lata.

Tampoco lo haría Raphinha; el brasileño recogió el cuero tras un rechace y no se puso nervioso para driblar al guardameta y anotar, pero de nuevo el VAR anuló el 1-0 por fuera de juego posicional de Lewandowski. La buena noticia arbitral llegó en el 24’ al ser expulsado Álvaro Valles por una dura entrada sobre Raphinha, cuando éste encaraba solo a meta. 

A partir de ese momento, los visitantes se vieron obligados a dar un paso atrás y a defender en bloque bajo esperando el contraataque; el plan de García Pimienta se había ido al garete. Pudo haber sido peor en el minuto 34, pero el cabezazo de Lewandowski se estrelló contra el larguero. El ex del Bayern de Múnich remató un excelente centro de Joao Cancelo, el cual disponía de todo el flanco izquierdo, con Raphinha ocupando zonas interiores. El atacante de la ‘canarinha’ tuvo una oportunidad clara antes del descanso de un encuentro que, pese a la superioridad blaugrana, concluyó en el primer tiempo sin goles en el electrónico. De hecho, Saúl Coco casi logra transformar un libre directo…

La segunda parte arrancó del mismo modo que finalizó la primera y, por ello, Xavi apostó por un Joao Félix que entraba en el 55 en lugar de Fermín. El Barça se plantaba con cuatro delanteros para buscar romper la igualada: Lamine, Lewandowski, Raphinha y Joao Félix. El efecto del luso no se hizo esperar y el ex del Atlético de Madrid asistió de forma sublime a un Raphinha que ésta vez no perdonaba (1-0). 

El partido pasó a ser un monopolio de posesión culé, pero estéril y con la intención de administrar la renta lograda. En el 71’, el partido pedía un agitador y el público enloquecía con el regreso de un Ferran Torres que permitía descansar a un Lamine Yamal exhausto. A falta de menos de quince minutos, Joao Félix fue otra vez protagonista y a punto estuvo de marcar, pero incomprensiblemente, su remate casi sobre la línea, se topó con el travesaño. 

Lewandowski y Sergi Roberto serían los últimos en abandonar el césped para que Oriol Romeu y Vitor Roque saltaran al terreno de juego. Sin embargo, hacía ya tiempo que el choque lo habían sellado ambos conjuntos.