La cantera del Barça es única. Pasan los años, se suceden las generaciones y siempre salen jugadores que marcan la diferencia. Es una fuente inagotable de talento, de hambre, de jugadores que crecen con el escudo y los valores de un club y lo trasladan al terreno de juego. Marc Guiu, nacido en el 2006, en su primera intervención con el primer equipo azulgrana, la mandó a guardar. Se plantó en el área ante un Unai que lo había parado todo y, con la sangre fría de un veterano, con el temple de un ariete curtido en mil batallas, batió al meta vasco para enloquecer al Lluís Companys.

Xavi salió con los cuatro centrocampistas. Fermín acompañaba a Gavi entre líneas, con Gundogan y Oriol por detrás. Íñigo, titular contra su exequipo, salvó un gol claro cuando Ter Stegen ya estaba vendido. Arriba, João Félix y Ferran. Al portugués le está faltando afinar la puntería, porque podría llevar varios goles más por unos centímetros. A los pocos minutos de partido mandó un balón al larguero tras una gran acción de Ferran, hoy como extremo derecho. En la segunda parte, cogió las riendas del equipo y generó la mayoría de ocasiones por pura calidad individual. El control y el pase en gol es un escándalo. Es talento puro. No puede salir del once.

Sin embargo, el control y equilibrio que dieron los cuatro centrocampistas la temporada pasada no está apareciendo en este curso. Romeu, que tuvo un gran impacto en pretemporada y cuajó un gran encuentro frente al Real Madrid en Estados Unidos, lleva varios sufriendo cuando le presionan. En Oporto acumuló una serie de pérdidas que hoy se han repetido, sobre todo, cuando recibía de espaldas. El Athletic, con un Nico Williams punzante por izquierda y Sancet poderoso con sus conducciones, le hizo daño al Barça en la primera parte. Ter Stegen, en modo héroe, evitó que el Barça se fuera por debajo en el marcador antes del descanso.

Al Barça le sentó bien pasar por vestuarios, salió con mejor actitud y comenzó a encadenar acercamientos peligrosos. João Félix probó a Unai, que paró el tiro y el posterior rechace, y le dejó un gran balón a Lamine, que acababa de entrar, que mandó al lateral de la red cuando todo el estadio ya cantaba el gol. Fermín, que sigue sumando buenas actuaciones, dejó un gran detalle en esta ocasión.

Tuvo que ser Marc Guiu, con apenas un minuto sobre el césped, quién atrapó el gol que deja al Barça a un punto del Real Madrid antes del Clásico. Bendita cantera. Bendita Masia.

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