El club necesita volver a tener no tan solo una buena ristra de jugadores en el banquillo sino también una ristra de jugadores que den otras opciones  totalmente distintas a lo que estamos viendo en el campo.

Hace semanas que el FC Barcelona está haciendo números para saber cuándo volverá a ser campeón de liga. Los de Xavi Hernández, a pesar de tropiezos como los del Rayo, vuelve a tener una buena máquina de fútbol y eso es gracias al retorno de jugadores como Pedri, De Jong y compañía después de su lesión. Pero eso demuestra que es muy importante tener unos jugadores que aporten mucho y que sean determinantes en sus posiciones y este año el Barça no ha sido el equipo de las rotaciones en momentos tan concretos, la mayoría han sido forzadas por las bajas y el Plan B no ha funcionado tan bien como cabría esperar y por eso hace falta sondear bien el mercado y saber que se buscas en él.

Por eso, esta temporada será recordada porque casi volvimos a aquel clásico de saber la alineación de memoria y de carrerillas, como recitan nuestros padres, las del Barcelona de los años 70, o nuestros abuelos o nuestros mayores que se sabían los 11 míticos de su equipo, o incluso de los rivales. 

Pero si no hace falta irnos tan lejos para vivir este momento, si vamos a momentos más a “corto plazo” tenemos la liga de Frank Rijkaard, que se ganó con casi 12 jugadores, el 11 de gala más Andrés Iniesta que siempre era el primer cambio de aquel equipo. Ese fue el año que muchos jugadores tuvieron la rotura del ligamento cruzado y fue cuando se dieron cuenta que así no podía funcionar el conjunto blaugrana y como siempre, de los errores se debe aprender y el presidente en ese momento, Joan Laporta, aprendió e hizo todos los cambios necesarios para poder afrontar la siguiente temporada con más garantías. Dicen que la historia siempre es cíclica, pues ahora se repite el mismo patrón.

Pero volvamos a lo visto estos días en los terrenos de juego. Hoy en día los futbolistas están más que preparados para aguantar 90 minutos y si la preparación es buena, no deberían sufrir mucho por las lesiones. Al contrario, el plan específico que incluye desde la preparación física a la alimentación debería dar sus frutos, por eso aparte de para dar descanso si es necesario o si se considera que tiene  una sobrecarga de partidos (cosa que con Xavi también se cuantifica) hay que tener un buen fondo de armario para poder dar una cosa más importante: Alternativas al juego que se está empleando.

La polivalencia es un elemento clave en el fútbol moderno. Ya no existen los especialistas como tal, pero tampoco se puede esperar que una plantilla tenga una sola manera de jugar y de plantear un partido. Tener las posiciones dobladas es imprescindible y necesario para poder afrontar una temporada con garantías, pero deberían ser jugadores distintos entre sí para tener alternativas a lo que quieras hacer en cada uno de los encuentros. No es lo mismo plantear un partido contra el colista de primera división que unas semifinales de la Champions. Eso el Barcelona lo sabe y hace tiempo que fue adaptando su forma de jugar dependiendo del momento. Sea en pasar de 3 delanteros al “cuadrado mágico” en medio del campo. Por suerte terminó esa manera de trabajar sin plantear el rival que tienes delante y presentar todos los partidos iguales y esperar a ganar porque eres el FC Barcelona.

En la era Guardiola eso se veía, Henry pasó a jugar a la banda y cambió su rol de manera clara. También apareció el falso 9 o se ponían jugadores en posiciones no habituales para poder potenciar algunas de sus virtudes en esta nueva ubicación.

No quiero desmerecer tampoco el trabajo en ese momento de Tito Vilanova, que era el que leía perfectamente los partidos y sabía cómo aportar desde del banquillo una opción para dar la vuelta al juego como un calcetín. Así lo hacían y cuando el partido estaba en un momento que no era cómodo sabían cómo mover sus piezas y cómo conseguir que esas piezas hicieran variar todo el espectro de juego para encauzar la situación hacia sus posiciones más próximas al estilo que ellos querían.

Ahora mismo el trabajo de la secretaría técnica es dotar de piezas importantes para el primer equipo y también tener un buen fondo de armario para afrontar el nuevo año con garantías y con mejoras en todas las posiciones. Este año las bajas se han cebado en posiciones muy claves y concretas pero aun así no se han reforzado otras como el lateral derecho o el delantero centro, donde el primer equipo anda un poco corto de efectivos. Hace falta ver un equipo de garantías y no solo eso, hace falta ver que desde el banquillo se pueden dar opciones para poder revertir la situación como pasaba años atrás.

El estilo de Xavi ha quedado claro y marcado, sabemos a qué queremos jugar y ahora nos falta completar esta plantilla para poder jugar a ello. Hacen falta altas, pero no olvidemos que también hacen falta bajas y no solo por motivos económicos, también por rendimiento.

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