Victoria peleada del Barça en uno de los partidos más exigentes de la temporada. Tras un inicio de partido muy igualado, el tercer cuarto excelso de los culers arrolló al Madrid y dejó muy solucionado el partido. Pese a los parciales de los blancos en el último cuarto, el Barça se supo serenar y acabó superando con facilidad a su eterno rival.
Domingo por la tarde, Barcelona. El aficionado culer, aún dormido después del soporífero encuentro ante el Getafe, se despertó al cruzar las puertas del Palau Blaugrana. Porque sí, hoy en la cancha reina de la ciudad condal se jugó un trepidante clásico para intentar desequilibrar la clasificación liguera en el último tramo de la temporada. El match era decisivo, y la armonía entre público-equipo tenía que ser perfecta para derrotar a su eterno rival. Cuando Vesely anotó el primer triple del partido, rápidamente se supo que sería una gran tarde en la casa de los azulgranas.
Aún así, nadie dijo que iba a ser fácil. El Madrid, impuso su exigencia desde el minuto uno. Los azulgranas empezaron finos desde el perímetro pero los blancos remontaron con facilidad la distancia generada, con acciones arbitrales dudosas duramente recriminadas por el público culer. El primer cuarto se cerró entre quejas y polémicas, que los visitantes supieron aprovechar para sacar jugo de ello, y aumentar la diferencia con una buena actuación de Hezonja, hoy, en territorio hostil. (17-24)
El segundo tiempo dio comienzo con un Barça dispuesto a remontar los puntos que se habían dejado en el último tramo del primer cuarto. Y así fue como, Kalinic y Sanli, sacaron el partido adelante en faceta ofensiva para remontar los 6 puntos que separaban el marcador. Con el marcador ya igualado, el partido encontró un ritmo frenético, aunque lastrado por las repetidas dudosas acciones arbitrales, que ya molestaban al Palau. El partido de Musa y Yabusele quebraba la defensa blaugrana pero, en líneas ofensivas, los azulgranas estaban hilando jugadas que desorganizaban a la defensa merengue. El segundo cuarto fue igualado y no hubo un equipo superior al rival. Descanso, todo abierto. A destacar, Yabusele y Satoransky. (47-46)
Tercer cuarto y un partido entero por delante. Sanli y Abrines deleitaron al público con dos triplazos para abrir el primer parcial del segundo tiempo, (12-4). Durante los 5 primeros minutos de cuarto, vimos a un Barça concentrado, enchufado y motivado. Los azulgranas se adentraron en la marea de la puntuación, y en el tercer cuarto, los blancos no encontraron remedio alguno para parar a los locales. La apisonadora blaugrana puso la sexta y se llevó a todo lo que se le puso delante, incluyendo a Tavares. Mirotic, Sanli y Laprovittola sentenciaron el partido en el tercer tiempo con un recital ofensivo y unas más que sólidas defensas que los merengues no pudieron romper. El Barça cumplió un cuarto pletórico, de los mejores de la temporada, y cerraron el cuarto 15 arriba. (78-63)
El parcial de 0-5 para los merengues obligaba a Saras a parar el partido. Aún así, el tiempo muerto, no sirvió para frenar la racha de los blancos. Con sólo dos minutos, el Madrid había firmado un parcial de 0-9. Un excelente Yabusele lideraba a los suyos entre indivualidades y vaciladas al público. Cuándo se avecinaba el desastre, Satoransky salió para dar tranquilidad al equipo y aumentar la ventaja. Los piques en el campo eran constantes y el ambiente se calentaba por segundos. El Madrid parecía que iba a tomar la delantera pero, se encontró con un Palau potentísimo. Las sólidas defensas de los de Saras y unos efectivos ataques, con varios rebotes ofensivos a favor, decantaron la balanza para el Barça que, se creció y mucho en los últimos minutos de partido. La expulsión de Tavares fue el detonante para los merengues y los culers supieron aprovechar todas las flaquezas que les dejaba esa baja para aumentar la distancia en el marcador. El Barça aumentó su distancia con mucha facilidad en los últimos minutos de partido y la afición lo agradeció con todas sus fuerzas. El partido terminó 97-82.
