Todos somos conocedores de la decepcionante temporada que ha realizado Ousmane Dembélé, el crack francés que llegó al Barcelona el verano de 2017 a cambio de 105 millones fijos más 40 en variables.

Esta temporada ha sido la tercera para el jugador francés desde que llegó al club azulgrana, y se esperaba un gran protagonismo en ataque para el “mosquito”, que pudiera dejar atrás las múltiples lesiones que no le han dejado tener continuidad y poder convencer a todo el barcelonismo que muchas veces puso en duda su fichaje.

Lamentablemente, esta tampoco ha sido su temporada, y las dudas aumentan en Can Barça. Dembélé, tan solo ha disputado un total de 9 partidos, anotando un gol y dejando malas sensaciones con las 3 lesiones que ha tenido esta temporada, que sumadas a las de los años anteriores ya forman un total de 7 lesiones musculares en 3 años.

Es en este momento de decepción con Dembélé cuando entra en escena el joven Ansumane Fati, con tan solo 16 años. Fue con Valverde al mando del equipo cuando Ansu empezó a brillar por su desborde, velocidad y desparpajo con el balón en los pies.

Ansu debutó con el primer equipo el 25 de agosto ante el Betis, convirtiéndose en el segundo jugador más joven en debut de forma oficial con el club azulgrana.

Desde su debut, Fati no ha dejado de ilusionar al barcelonismo con su talento y sus ganas por trabajar y seguir creciendo al lado de los mejores. Registra un total de 7 goles y 1 asistencia, siendo un extremo de vital importancia para el equipo, que encuentra en él la velocidad y desborde que muchas veces necesita para romper líneas en los partidos atascados.

Desconocemos cuál es el techo de Ansu Fati, pero con tan solo 17 años, está demostrando un nivel inusual para su edad y está haciendo olvidar al barcelonismo las penas ocasionadas por Dembélé. Veremos cómo se desenvuelve la siguiente temporada, pero si algo está claro, es que a Dembélé le ha salido un duro competidor para el puesto.