La situación económica en Can Barça, a causa de la pandemia global provocada por el coronavirus, es dramática. El club, atemorizado por las pérdidas en materia económica, ha planteado un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) a las diferentes secciones profesionales del club, reduciendo un 70% su salario. Esta reducción salarial ha sentado como un jarro de agua fría a los jugadores de las distintas secciones del club, y más con las formas con las que se ha actuado desde la directiva.

El primer dardo envenenado lo ha dejado la plantilla del primer equipo de fútbol, liderada por su capitán Leo Messi, quienes en el comunicado conjunto de todo el plantel, donde aceptan y comprenden la reducción de salario, han dejado un recado a la directiva a quienes acusan de tenerlos “bajo la lupa e intentar sumarnos presión para hacer algo que nosotros siempre tuvimos claro que haríamos”. No es la primera vez en este año que jugadores y directivos se enzarzan en un duelo de acusaciones. No hace más de un mes salía la polémica con el BarçaGate y parece ser que las aguas aún andan revueltas.

El Barça de baloncesto tampoco ha sido una excepción. Con una de las mejores plantillas de los últimos años, la sección de baloncesto blaugrana, lideres en la Liga ACB y terceros en la Euroliga, se ha visto embarcada en una polémica que, según apuntan medios afines a la directiva, ha dividido al vestuario. La reducción de salario no ha sido aceptada unánimemente por la plantilla y eso ha provocado todo tipo de filtraciones que ha provocado que Nikola Mirotic, estrella del conjunto azulgrana, explotase vía Twitter alegando que todo lo filtrado era falso. Álex Abrines, escolta del equipo de Pesic, fue un paso más allá y, también a través de redes sociales, acusase al palco de querer “destrozar al equipo”.

Así pues, en medio de una pandemia mundial que se esta llevando centenares de vida diarias, el Barça afronta una dura crisis económica con sus jugadores buscando a un topo que, como su propio dedo acusador indica, se encuentra entre la directiva presidida por el hombre con más vidas que un gato, Josep Maria Bartomeu.