El joven delantero brasileño de tan solo 18 años acumula ya 15 tantos esta temporada, y siendo el futbolista más determinante del Athletico Paranaense.

Como ya viene siendo costumbre, cada cierto tiempo un nuevo crack brasileño irrumpe en el panorama mediático a ritmo de samba. Vitor Roque (28/02/2005) es un nuevo ejemplo del fenómeno que anticipábamos. Tal y como ya han adelantado varios medios, el FC Barcelona será el nuevo destino del jovencísimo atacante brasileño, en un movimiento que se recordará durante muchos años. Lo tiene todo para hacer historia en el Barça. ¿Por qué?

El jugador del Athletico Paranaense llegó hace poco más de un año a sus filas proveniente del Cruzeiro, y con solo 17 años se consagró como titular, siendo un futbolista inamovible en el once de Paulo Turra. Esta temporada, Roque suma 15 goles y 5 asistencias. Prácticamente un gol producido cada 100 minutos. Con su selección, en Brasil s20, ya ha marcado seis goles en once partidos,  y es uno de los llamados a dar el salto a la absoluta tarde o temprano.

Siendo el mercado de fichajes algo cada vez más complejo, en el que los grandes nombres se han convertido en imposibles, es de capital importancia adelantarse a pujas por jóvenes todavía por explotar. Y eso implica arriesgar, porque fichando a Vitor Roque no solo fichas al jugador de ahora, sino que estás contratando a un jugador con posibilidades futuras de ganar un Balón de Oro, un lienzo sobre el que dibujar el delantero que necesita el Barcelona cuando se vaya Lewandowski. Roque ya es un delantero de gran nivel, sin embargo, en este texto trataremos de explicar en qué se puede llegar a convertir en un par de años.

Para los que todavía no le han visto jugar, dibujamos una imagen más o menos reconocible con Gabriel Jesus. Siendo Roque tres centímetros más bajo, comparten la energía para presionar arriba y repetir esfuerzos, encontrando un encaje natural, no solo en la punta del ataque, sino en cualquiera de las dos bandas (un recurso que repitió Guardiola con Gabriel Jesus en su última temporada en el Etihad), teniendo así a un atacante que todavía está por hacer, pero que guarda en sí un montón de posibilidades tremendamente aprovechables.

El brasileño es un jugador que ante todo tiene mucha energía. Con y sin balón, Vitor Roque es un jugador muy agresivo e incansable a la hora de hacer esfuerzos. Pese a no tener una gran estatura, en su rol como único punta, se maneja bien en el juego de espaldas, aunque es uno de los aspectos donde más margen de mejora existe. Es bajito pero corpulento, y sobre todo muy inteligente, por lo que sabe como y cuando acudir al choque y que pelotas disputar.

Pero sin lugar a duda, su mayor virtud, y lo que más puede ayudar al FC Barcelona es su olfato goleador y su lectura del juego. Lo primero quizá puede llegar a sorprender, pues tampoco ostenta unas cuotas goleadoras anómalas (eso sí, son muy buenas), sino por lo que se le intuye de cara al futuro. Acude muy bien a zonas de remate, y traza unos desmarques de ruptura que se echan muy de menos en el Camp Nou. Además, hay que hablar de su disparo: es una bomba. Hablamos por tanto de un jugador que es capaz de moverse por todo el frente atacante, y con unas cualidades que bien trabajadas y desarrolladas harán de Vitor Roque uno de los mejores delanteros de su época.

Es el fútbol brasileño, pero aún así Roque ya está asumiendo galones y es dueño de los plenos poderes en la faceta ofensiva de su equipo en el último tercio de campo. Es un futbolista que me suscita interés ver como desarrolla su capacidad asociativa, pues aún es muy joven y en ciertas ocasiones sus pies van más rápido que su cabeza. Quizá demasiado impetuoso, le cuesta dar pausa al juego, especialmente estando de espaldas, y que se fía demasiado de su físico yendo al choque en demasiadas acciones. Pero esto evidentemente es corregible, pues a su corta edad tendrá en el Camp Nou a un gran tutor como es Robert Lewandowski.

Precisamente por los 35 años de Lewandowski y las dudas en torno a Ansu y Ferran, la apuesta por Vitor Roque es innegociable y es una operación que el club debe acometer. Anticiparse a este tipo de talentos emergentes como ya se hizo en su día con Ronald Araújo o Pedri, es una manera más de armar un equipo competitivo y resolver los problemas futbolísticos mientras se resuelven los problemas económicos. Roque es futuro, pero también presente, pues tiene unas condiciones privilegiadas para su edad. Roque es gol, y ya sabemos como de caro se paga el gol en el mercado.

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