La de este sábado fue una noche de regresos en el Camp Nou. Dembélé, Christensen o la lluvia que tanto necesitaba Barcelona con el largo período de sequía que azota a Cataluña. El Barça no se quedó atrás y se sumó a la fiesta, que volvió a golear y a dejar buenas sensaciones tras sumar cinco puntos de doce posibles.

Xavi alineó a Christensen una vez recuperado de lesión. Formó con la particular defensa de gala, con el danés, Koundé, Araújo y Balde. Los cuatro centrocampistas habituales volvieron a juntarse, con Raphinha y Lewandowski arriba. Los dos atacantes sacaron su mejor versión para sentenciar el partido en la primera mitad.

Salió activo el Barça, con una intensidad radicalmente opuesta a la mostrada hace unos días en Vallecas. Hoy se vio hambre en los jugadores, energía para ir a por la victoria y deshacerse de las malas sensaciones de la derrota ante el Rayo. Raphinha, criticado últimamente por su falta de desborde, sacó a relucir sus mejores virtudes, como su buen golpeo, para poner de cara el partido. Encontró a Christensen llegando al segundo palo tras sacar un centro enroscado, de esos que tanto le gustan, y el ex del Chelsea anotó su primer tanto como azulgrana. Más adelante, el ex del Leeds trazó un desmarque para batir a Rui Silva. El VAR le acabó validando el tanto, como ya pasó en San Mamés.

La expulsión de Edgar, que había entrado al campo por la lesión de Luiz Felipe, desarboló por completo al Betis. Joaquín, aplaudido en el calentamiento, protestó de forma vehemente la decisión del colegiado desde el banquillo. Poco después de que el cuadro visitante se quedara con diez, Lewandowski remachó un centro de Koundé para celebrar un tanto en el Camp Nou dos meses después. Lo celebró efusivo abrazándose a Koundé, asistente, en una especie de liberación a pesar de haber visto puerta en el último partido.

Pedri dejó dos pases maravillosos tras la represa, de aquelloa que solo existen con el canario sano. El gran debe del Barça para el año que viene, títulos aparte, será cuidar más al canario a nivel físico. Xavi no se puede permitir tener tanto tiempo al 8 en el dique seco.

Dembélé salió ovacionado y Lamine Yamal debutó con el primer equipo sin haber acabado la ESO. Igual que Ansu, disputó su primer partido en el Camp Nou ante el Betis y jugando a pie natural. Pudo marcar tras robar un balón en área rival y puso un balón bombeado delicioso que Dembélé no consiguió controlar.

Guido Rodríguez introdujo el balón en su propia portería para el 4-0 definitivo. El Barça acaricia la Liga, y el Betis se aleja cada vez más del sueño de la Champions.

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