El Barça post-Copa gana, pero no mejora (80-70)

Duelo de altura el que debía afrontar el Barça ante el Mónaco en el Palau, justo después del fracaso copero.

Era iluso pensar que el Barça resolvería en una semana todos los problemas que lo limitan y lo hacen vulnerable, y el primer cuarto fué reflejo de ello con un equipo comprometido e intenso en defensa pero que en ataque seguía siendo apatíco y sólo encontró en el acierto exterior esa difernecia respecto a su temporada y al rival monegasco. Abrines abría la defensa desde el triple y Mirotic lideraba al equipo con un enfado arbitral monumental que le valió una técnica. +6 para un Barça serio.

Con Jokubaitis, Higgins y Vesely el Barça ganó en versatilidad y rápidez en la transición lo que le dejó un escenario magnífico para hacer lo que más le gusta, el juego veloz. Vesely demsotró que merece más y con rivales sin un juego interior de gran envergadura es el hombre que Saras necesita. El Barça disfrutaba mientras el Monaco intentaba minimizar errores que lo penalizasen. No era una revolución pero si un cambio en positivo y 11 ariba al descanso.

Las dudas desde el triple se disipan mejor, y si las hubiera habido, los aciertos de Sanli y Abrines seguían abrioendo la brecha en la reanudación. Pareció serle suficiente a los blaugranas que sacaron una versión contemporizadora que no les queda bien ni saben jugar, y si bien es cierto que defensivamente mantuvieron a raya a sus rivales, el juego se hizo pastoso e inseguro. La diferencia se mantenía pero la sensación de debilidad hacía aparición en el Palau. 65-57 para la última entrega.

El Barça del último cuarto empezaba a fraguar otro desastre (6 minutos sin ver aro) hasta que Higgins sacó orgullo y liderazgo y Satoranski fué el que se espera. Individualidades al poder de un Barça que sigue sin saber ganar partidos importantes como colectivo.

Se ganó, sí, pero o Saras encuentra el camino o …

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