Volvió la liga en el Palau, pero no de las mejores maneras, el equipo aún estaba en shock después de la debacle en Granada y perder una oportunidad de oro para llevarse la Copa. Volvió la competición que genera las mejores alegrías en todas las secciones del club azulgrana. El Barça empezó con el quinteto de los de siempre, comandado por el búfalo, el capitán que quiere llevar el equipo a buen puerto. El partido empezó con la posesión murciana que hizo pinceladas de su sistema de juego. Un Pozo que perdía muy rápido el balón y un Barça que parecía que ya estaba recuperado del trauma copero. Como novedad destacar la titularidad de Feixas, que hizo lo que pudo en la tanda de penaltis que sentenció la debacle azulgrana. Hablando de arqueros, volvió Angosto para sacar el sueño a los azulgranas.

Iban pasando los minutos de juego y era una ida y vuelta, pero sin ritmo ni idea, hasta que en una jugada muerta el Pozo recuperó un balón, iba avanzando hacia la portería rival. Los jugadores del Barça parecían que se iban derritiendo y con un rebote que facilitó Feixas estrenaron el marcador. El Barça no despertaba hasta que apareció el que nunca aparece en estas ocasiones y te hace lo que hizo Coelho con el estilo maradoniano iba driblando rivales hasta dejar en bandeja a Lozano que solo tuvo que empujar el balón a la red y empatar el encuentro.

Era el minuto once y en una jugada insólita el balón golpea a la mano de un jugador del Pozo. El árbitro señalaba mano involuntaria por posición natural del jugador, el balón chocó en la barrera y el balón salió disparado en un rebote, Gadeia se llevó el esférico y solo le hizo falta terminar su tarea dejando el balón para empujar. El Barça en este partido se iba a dejar todo y aguantar el margen de puntos. Y eso han hecho en una jugada furtiva, Marcenio ha enviado un misil en la misma escuadra que hacía temblar todo el Palau. En un pestañear los ojos nos encontrábamos con otro gol de los murcianos que no dejaban de meter el dedo en la herida y molestar el máximo al líder.

Quedaban cinco minutos y el resultado daba ventaja al equipo rival que no se apresuraba con los pases y movimientos. Quedaban pocos minutos para el final y el Barça pidió tiempo muerto. Jesús Velasco quiere despertar al equipo antes de irse al descanso. Como peculiaridad, el Pozo iba ganando y sacó el quinto jugador para frenar una posibilidad de superioridad del rival y para ganar la posesión y que el cronómetro vaya pasando de forma más rápida. Quedaban treinta segundos de la primera parte y el Palau vuelve a chillar otra mano no pitada a favor suyo, no se debe excusar por las polémicas del partido, pero lo de hoy parece que el penalti va a costar caro. Terminó la primera parte y el Barça se fue al descanso por detrás del marcador.

Empezó la segunda parte, y empezó el contador atrás para salvar los tres puntos que le daban la tranquilidad y consolación del líder. Total calma por parte de los azulgranas y empezaban a desarrollar la táctica envolvente de ir enrollando el rival a su campo y empezar a subir el ritmo hasta marcar o ganar. Seguían pasando los minutos y el Barça cada vez más se iba acercando a los rivales, aparecían más actuaciones de Juanjo que iba parando todo lo que le llegaba como podía. Eso no significaba que el Pozo podía tener de las suyas cada un rato de partido. Taynan iba probando suerte hasta que al final sonará la bocina y salten las luces del gol. Tramo de partido que todo seguía igual y estaban a diez del final. El tiempo no para, si tú vas dejando correr los minutos, después llegarás con poco tiempo para recuperar los puntos. Salían los jugadores que van con la barita mágica paseando por el campo para derrochar calidad y jugadas espectaculares como son Pito y Catela.

Jugadas individuales que pueden marcar la diferencia y anotar para el equipo con sistemas diferentes y la calidad del jugador.
En el minuto ocho la tuvo el Barça, pero la madera frenó la ilusión del Palau, pero como decíamos antes gracias a una jugada magistral de Pito que se fue de su contrario con un simple movimiento. Pero bueno, Juanjo hizo una parada galáctica arras de tierra que todo el Palau estaba celebrando como un gol. Minuto más tarde vuelve a hacerse grande y hace una doble parada que silencia el Palau. Qué partidazo estaba realizando el ex azulgrana con sus antiguos compañeros. Básicamente, el Barça se convirtió en un torbellino que llegaba como una apisonadora al área rival, pero era frenado por Juanjo, que se está marcando uno de los mejores partidos de esta temporada.

Con seguridad y superhábil estaba llegando a todo tipo de disparos. Quedaban dos minutos, el Barça activó el juego de cinco, pero el Pozo estaba aguantando como gato panza arriba a todos los ataques azulgranas. Parece que a los azulgranas se les comió el tiempo y tenían apenas minuto y medio para girar el marcador. A falta de quince segundos el árbitro pitó la quinta falta a favor de los azulgranas que podía empatar el partido, pero otra vez Juanjo ganaba la partida y decía no al gol. A falta de nada, el Barça no alzaba la cabeza.

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