El Barça Atlètic ratifica su mala racha y encadena su segunda derrota consecutiva de la temporada, también como visitante. Los culés, que consiguieron ponerse 1-2 por delante en el segundo tiempo, no supieron controlar los minutos finales y pagaron su desconcentración con dos goles de los baleares al final del encuentro. Los baleares, con un 3-2 final, consiguieron su primera victoria de la temporada.
El conjunto de Rafa Márquez comenzó el encuentro con las mismas malas sensaciones que dejó la semana pasada en Zubieta. Durante la primera media hora el centro del campo azulgrana permanecía prácticamente inexistente, su juego se basaba en sobrevivir al aluvión de ataques de los mallorquines y realizar toques cortos entre el centro y la defensa. La única ocasión hasta el momento llegó en el 20’ en un tiro libre.
En el 21’ Pastrana avisaba a los culés con centro raso potente que no encontraba rematador, por suerte. Tan solo dos minutos después otra jugaba más por banda derecha terminaba con una buena parada de Nil Ruiz y un gol de Pastrana, probablemente el mejor del partido, en fuera de juego. Un córner que colocaba, de nuevo, el 11 del Atlético, terminaba con un desafortunado gol en propia puerta de Carbonell en el minuto 27 para abrir el marcador (1-0). Destacó mucho la intranscendencia en el ataque, principalmente, de Akhomach.
Los culés, por sorpresa para muchos, cambiaron su juego tras el gol y fueron los dueños del balón hasta el final del primer tiempo. De los pases cortos y hacia atrás, sin resultados, se recuperó ese juego de pases largos y con profundidad que se convirtieron en la clave para cambiar la dinámica del encuentro. Este estilo, que mantuvo al Barça invicto durante un mes, generó dos ocasiones de gol muy claras antes del descanso: en el 33’ Roberto Fernández cabeceaba a placer desviado hacia el palo derecha y en el 38’ Fuentes centraba un balón exquisito desde la banda que no encontró rematador. El equipo se fue al vestuario sabiendo que el partido seguía abierto.
El segundo tiempo comenzaba igual que había terminado el primero. Tras 10 minutos de ida y vuelta, Fuentes sorprendía con un carrerón de 50 metros por la banda y puso en bandeja un balón que no logró conectar con ningún jugador. El Barça volvía a ser contundente en la defensa, dominaba el balón y generaba peligro tanto por interior como por exterior, todos sabían que el empate estaba al caer.
En el 64’ un error garrafal de la zaga balear ponía en bandeja un balón para Txus Alba, que se quedaba solo contra el portero y definió perfectamente para igualar el encuentro, la presión, desde hacía media hora, la estaba ejerciendo el conjunto catalán. En el 72’ Luismi Cruz, de nuevo por banda, cedía el balón al joven Víctor Barberà para evidenciar el gran momento de forma en el encuentro.
Las sensaciones volvían a ser agradables, el filial había sabido sobreponerse a una situación muy compleja desde casi el inicio del partido y volvía a jugar con su definido estilo profundo y por los extremos, pero pecó de una sola cosa, pero la más importante: la concentración. Parecía que tras el segundo gol el partido ya estaba resuelto, y con ello se fue la tensión y llegaron los despistes, especialmente en la defensa.
Los canteranos azulgranas no habían terminado de celebrar la remontada cuando en la siguiente jugada Dioni aprovechaba un pésimo despeje de la defensa en la línea de portería para reventar el esférico contra el fondo de la red y empatar el encuentro en el 74’. Las tornas se habían cambiado en función de dos minutos, pues repentinamente el Atlético Baleares volvía a dominar los últimos veinte minutos restantes. El Barça, de nuevo, desconcentrado y con una fragilidad defensiva peor que la de los primeros treinta minutos del principio.
Tan solo 3 minutos después, Pastrana, que ganaba la espalda de la defensa catalana como si de un partido de liga escolar se tratase, dejaba a Miguelete la pelota enfrente de Nil para ponerse 3-2 y dar la sorpresa en el Estadio Balear en el 77’.
El Barça, ya demasiado tarde, tiró de creatividad y buscó un gol que salvara los muebles de todas las maneras posibles, pero los baleares dieron un muy buen ejemplo de intensidad y mentalidad e hicieron imposible ese desesperado empate. En el 89’ el argentino Sibille probaba un último disparo a unos 30 metros que, de no ser por Nil, hubiese firmado uno de los mejores goles de la semana y, quién sabe, si de la temporada.
Este encuentro tan frenético terminaba tras un final de infarto y dejando unas sensaciones preocupantes, si la semana pasada ya eran agridulces, hoy se han vuelto totalmente amargas.
Durante la siguiente semana tocará hacer un serio ejercicio de reflexión. ¿Dónde está ahora el problema: en los jugadores que faltan, en la mentalidad, ¿en la táctica…? Sin Marc Casadó y Pablo Torre en el centro, y sin Riad en la defensa, ¿es el Barça Atlètic poco competitivo?
El próximo sábado, 15 de octubre a las 18.00h, habrá una nueva oportunidad contra el CE Sabadell, esta vez en el Johan Cruyff. Los de Rafa Márquez tienen la obligación de ganar en casa antes de que la situación se vuelva insostenible. Mantener la intensidad y la concentración es imprescindible.