Mucho se está hablando estos días de la filtración del contrato de Leo Messi y de que en Francia dan por sentado que jugará en el PSG. Hasta donde sabemos en El 10 del Barça, si bien su continuidad sigue estando difícil, el argentino esperará a conocer quién será el próximo presidente del FC Barcelona y tomar una decisión sobre su futuro.

Como apuntaba anoche Oscar Santos en nuestra tertulia online, cuesta pensar que tratándose de un jugador tan importante y con las cifras que se manejan en relación a su contrato, no esté el asunto de su futuro más que hablado, aunque el jugador y su entorno no lo reconozcan. Todo indica que la única posibilidad de que Messi continúe en el Barça las próximas temporadas, pasa porque Joan Laporta gane las elecciones (el argentino parece que no se fía de Font y Freixa), y de que el proyecto deportivo sea ilusionante y sólido, de no ser así, las posibilidades de que Leo continúe son prácticamente nulas.

Dadas las dificultades económicas que atraviesan los grandes clubes europeos por la pandemia, los destinos de Leo se reducen a PSG, City y Barça (dudo mucho que el jugador se plantee ir ahora a EE.UU. o Asia). Es evidente que el FC Barcelona no puede competir con la oferta económica de estos dos “club estado”, lo que hace que la propuesta que, posiblemente Leo ya conozca, quien sabe, de renovación de algún candidato tenga que ser económicamente más baja que hasta ahora, y mucho más imaginativa y sentimental si quiere convencer al argentino para que continúen él y su familia en Barcelona.

Personalmente, yo le ofrecería a Leo un contrato “indefinido”, con una cantidad fija menor a la actual, y con incentivos por objetivos, del tipo títulos ganados, partidos jugados, goles anotados, etc. Me explico. Messi y el FC Barcelona pactarían en la recta final de cada temporada su continuidad o no. Si el jugador continúa, las cifras de su contrato podrían mantenerse. Si, por el contrario, el jugador se va a otro club, lo haría como cedido, cobrando la ficha que pacte con su nuevo club y sin coste en concepto de cesión (hay que recordar que Leo ya se puede ir gratis, y además habría que pagarle una importante cantidad en concepto de “cláusula de fidelidad” gracias al genio de Bartomeu).

Esto significaría que, por un lado, el jugador podría probar nuevas experiencias en otro club y país, además de ganar seguramente bastante más dinero que de seguir en el FC Barcelona antes de retirarse, y, por otro lado, que, al ser todavía jugador del club, podría jugar su último partido como jugador profesional donde y como debe ser, con la camiseta del FC Barcelona, y en el Camp Nou delante de toda la afición culé que tanto le ha dado y él nos ha devuelto. 

Además, en este acuerdo de renovación, en este contrato “indefinido”, Leo seguiría ligado al club al colgar las botas. Primero como embajador mundial del club, mientras se forma en tareas de representación y dirección deportiva, para más adelante trabajar en el club en alguna de estas áreas, evidentemente su trabajo y buen hacer, y los futuros presidentes decidirían hasta cuando y donde podría trabajar Messi en el FC Barcelona, indefinido tampoco puede significar eterno.

Esto es solo una idea, a título personal, de lo que, en mi opinión, el futuro presidente del FC Barcelona podría o puede haber puesto sobre la mesa de Leo Messi. El argentino sigue siendo el mejor jugador del mundo, tiene todavía mucho fútbol en sus botas, y, para mí, que siguiera en el Barça un tiempo más, y, sobre todo, que su último partido como jugador profesional lo disputase en el Camp Nou con la camiseta azulgrana, sería una excelente noticia.

Se han preguntado alguna vez porque si, como dicen desde “la caverna”, Messi ya no es el mejor jugador del mundo, el Barça juega mejor sin él, está arruinando al club con su sueldo, es un déspota dentro del vestuario, y demás proclamas madridistas, ¿porque tienen tanto interés en que Leo deje el Barça? Está claro, ¿no?