Leo Messi ha comunicado al FC Barcelona que no se presentará a las pruebas PCR del equipo previas al reinicio de los entrenamientos en grupo del próximo domingo. Se reafirma en su decisión de abandonar el club en base al contrato que, bajo su posición, ya no tiene vigencia legal desde el pasado 10 de junio.

La postura del club tras este nuevo revés del futbolista rosarino parece inflexible, ya que, por el momento, Bartomeu se niega a negociar su salida del club a menos que se abonen los 700 millones de euros de su cláusula de rescisión. Mientras, el jugador, en una lucha desesperada por salir, sigue buscando nuevas vías de escape rozando lo inmoral, dejando al aficionado y al bien del club en un evidente segundo plano. 

Un acto de rebeldía que confirma la intención inequívoca del astro argentino de abandonar el club azulgrana lo antes posible y que afea todavía más su situación en Barcelona. Un hecho que, hace apenas unas semanas, ya se produjo con Arthur Melo, cuando este no se presentó a los entrenamientos al regreso de las vacaciones en la preparación de los partidos de Liga de Campeones. Fue en ese caso cuando se le abrió un expediente disciplinario al futbolista brasileño, algo que podría sonar chocante si se actuara de igual manera con el “10”. La decisión, en todo caso, pertenece a Ronald Koeman y al secretario técnico de la entidad, Ramon Planes. 

A menos de tres semanas para el comienzo de la temporada 2020/2021, la pugna Messi-directiva sigue viva y empeora día tras día. Con el futbolista declarado en desobediencia sobre lo que rige su contrato como trabajador (todavía) del club que le paga el salario, todo puede ir a peor y acabar dejando una mancha imborrable en el recuerdo más reciente del aficionado culé sobre la figura de Leo Messi. 

Ver otras noticias de nuestro blog