El Barcelona ha dejado escapar nada menos que seis puntos de los nueve posibles ante Sevilla, Celta y Atlético de Madrid, y más allá de los posibles errores arbitrales contra los azulgranas, lo cierto es que el Barça está de capa caída.

Con el puesto de Setién en entredicho, con una afición que pide elecciones para un cambio inmediato de directiva, y con el caos dentro del vestuario del primer equipo, se avecinan tiempos movidos para la entidad catalana.

Los problemas crecen para el Barcelona, que tras el cabreo de De Jong por un primer diagnóstico erróneo por parte de los médicos del club y el mosqueo de Arthur Melo por el trato recibido que ha terminado con venta a la Juventus, se une ahora el enfado de Antoine Griezmann.

El francés aterrizó en el Camp Nou el pasado mes de julio y aunque muchos no le querían por su desplante al Barcelona en el mercado estival anterior, el de Mâcon prometío ganarse el perdón de los aficionados culés con sus actuaciones sobre el terreno de juego. Una promesa que hasta la fecha, el galo no ha sido capaz de cumplir y no todo ha sido culpa suya.

Con Valverde aún en el banquillo, el Barça contaba con él a media tintas, aunque el francés dejó buenos momentos, excelentes goles, y su conexión con Messi y Suárez en la delantera fue mejorando poco a poco. Pero nunca fue indíscutible para en técnico extremeño, quien veía en Ansu Fati ese punto de velocidad y atrevimiento que le estaba faltando al ex del Atlético.

Con la llegada de Quique Setién al banquillo tras el cese de Valverde, las cosas prometían ir a mejor, pero nada más lejos de la realidad. No sólo el equipo ha desmejorado en cuanto a lo que a resultados se refiere, sino que Griezmann ha desaparecido del mapa casi por completo. Es cierto que sigue apareciendo en todas las convocatorias del Barcelona, pero su presencia sobre el césped no es para nada la que se merece un futbolista de su calidad. Inlcuso Martin Braithwaite, que fue fichado poco antes del parón por el coronavirus, ha tenido más presencia que el galo en los últimos duelos. Y es por eso que Antoine está tan crispado con la directiva.

Además de todo, Setién ha sido preguntado varias veces por la situación del galo dentro del vestuario y or la posibilidad de que haya algún tipo de problema personal por el que le esté castigando con tan escasos minutos de juego. Las declaraciones del santanderino tras el enecuentro en el Camp Nou contra el Atleti, no hicieron otra cosa que caldear, un poco más si cabe, el ambiente: Griezmann es un jugador importante y se que es duro para un jugador de su nivel, haberle sacado faltando tan poco para el final. Las circunstancias me han obligado a ello, ya que los que había sobre el campo en ese momento, estaban rindiendo bien. Mañana hablaré con él, pero no le pediré disculpas“.

A priori, no se cuenta con la posibilidad de que Griezmann abandone el club azulgrana este próximo verano, pero si la situación del francés no da un giro drástico de cara al curso que viene, no sería de extrañar que éste se viera obligado a buscarse la vida lejos de Can Barça. El de Mâcon no tiene intención de canbiar de aires por el momento y desea completar su contrato, que se estableció hasta finales de 2024. Lógico es por tanto, que con un frente abierto entre club y jugador, ambas partes hayan pactado una reunión para la semana próxima, donde también estará presente la hermana del Antoine, siendo ella la representante oficial del jugador.  

Diana Velasco Silgado @missVel11

Colaborador

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