La ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe – Argentina –: se entiende en los márgenes del Río Paraná. La actividad portuaria se destaca, siendo punto de embarque de la producción agrícola ganadera provincial. Ahora bien, la ciudad late, vive, se enfrenta a través de las dos instituciones señeras del fútbol local: Rosario Central y Newell’s Old Boys, ambas semilleros, canteras de incontables futbolistas destacados a nivel mundial: Menotti, De María, Maxi Rodríguez, “Tata” Martino, Pochettino, Bauza, Ever Banega, Marcelo Bielsa…y tantos más. Por allí asoma un tal Lionel Andrés Messi, nacido en la zona sur de Rosario – barrio La Bajada –, casas bajas, la tranquilidad propia de gente común, de trabajo. Lío se identificó rápidamente con los colores rojinegro del club Newell’s: allí comenzó la historia de un superdotado del futbol mundial. Muchos años han pasado desde sus comienzos, la estrella indiscutible de Barcelona FC, cuando sus compromisos se lo permiten arriba a esta ciudad para reencontrarse con su gente: amigos, familiares… el terruño.

Tiempo de pandemia, necesidades y complicaciones sanitarias en todo el mundo: esta provincia, su ciudad no están al margen…y allí aparece el hijo pródigo, quien a través de la Fundación que lleva su nombre, realiza millonario aporte al Hospital Cullén. Sin estridencias, con el perfil bajo que supo mantener en toda su carrera profesional: Lío, su familia, Antonella (oriunda del mismo sitio)…están.

Tantas veces los jugadores profesionales sufren el acoso, persecución por temas diversos, la sociedad debiera rescatar hechos de estas características, donde reiteradamente privan egoísmo, falta de empatía en multimillonarios que caminan por las veredas equivocadas.

Bienvenido sea cada acción solidaria de gente del fútbol: ¿en este caso? Dos ciudades distantes, que atesoran el amor del mejor jugador del mundo: Rosario/Barcelona reciben caricias del ídolo.