Una vez más, las circunstancias se expresan a su manera, como toda actividad cotidiana, humana. Sucederá lo que deba suceder. El clásico quedó atrás con el hecho fortuito de haber perdido la punta de la Liga. ¿Una semana después? Nos encuentra disfrutando un triunfo y haber retomado el lugar perdido. Ello no debe hacernos caer en el divague, pensar está “todo bien”, engañarnos no será positivo. Real Sociedad en este caso, desnudó – una vez más – situaciones como la “Messidependencia” que llegó para quedarse en las filas culé.

Cualquier mero observador de los tiempos barcelonistas, intuye que desde el vestuario azulgrana, con los referentes a la cabeza: se viene un fuerte golpe sobre la mesa dirigencial: o se cambia la política de refuerzos de jerarquía (con un nombre reiterado: Neymar Jr – prioritario -) o se avecina un éxodo de importancia extrema. Surgen evidencias. La dinámica grupal se expresa, no siempre con palabras subidas de tono, y/o rebelión punzante. ¿Quien quiera prestar oído? Lo haga a la brevedad. La continuidad en la Champions será un hecho vital, definitorio para el futuro cercano.

Volviendo a la plantilla: se comenzarán a barajar nombres, posibilidades. ¿puestos a reforzar? Una incógnita: la última línea muestra en distintos partidos lentitud, y hasta falta de coordinación. A todos les van pesando los años: Piqué, Busquets, el mismo Lio, es indudable que si bien tienen algunos años más para la alta competencia, es primordial ir definiendo incorporaciones, en puestos sumamente difíciles para hallar sustitutos. Aquel tridente que supimos disfrutar (Lio, Ney y Lucho) disimulaban toda deficiencia que pudiera existir en distintos encuentros: era de excelencia su juego: y goleaban. Todos pensábamos que Neymar sería el reemplazo lógico y de categoría para el mejor de todos. ¿Y en la actualidad? Podemos afirmar: no existe a nivel mundial alguien como el crack brasileño… ¿lo ilógico? Prácticamente no juega nunca en el equipo parisino. Sigue sobrevolando la misma pregunta en todo el firmamento futbolero: ¿Quién se favoreció con el pase del astro?… correlativamente puedo preguntar: ¿perjudicados?

En este juego de aciertos y errores, diría que es hasta “normal” que esto suceda después de muchos años de excelencia deportivo institucional. Lógico: no es agradable sobrellevar estos culebrones, esperando que todo transcurra de manera veloz y efectiva. Todo depende de personas (dirigentes, jugadores, cuerpo técnico). No somos ni seremos perfectos los humanos…pero deseamos que estas decisiones…se tomen los más perfecto posible.

¿Estamos en las puertas de cambios sustanciales en el club catalán? En el fútbol: no siempre dos más dos es cuatro.

Néstor Nanni

Colaborador

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