Con los últimos meses del año, llegan los premios y reconocimientos individuales a los futbolistas, por sus actuaciones en la pasada temporada. Hace unos años, los premios, además de menos numerosos, eran también sin duda más merecidos. A nivel internacional: el Balón de oro, y a nivel nacional: el Zamora o el Pichichi, eran ganados normalmente por grandes jugadores, y seguramente, de forma merecida. Pero con el paso de los años, los premios crecen con la misma facilidad que las malas hiervas y, a mayor número de premios, mayor número de injusticias y decisiones, basadas en la política y en los intereses comerciales.

Los  premios entregados hace unos días en el sorteo de la fase de grupos de la Champions, son relativamente correctos, ya que se premia la actuación  de los jugadores en la pasada edición, por lo que es compresible que los jugadores del equipo campeón obtengan esos reconocimientos. El ganador al mejor jugador fue Virgil Van Dijk, por delante de Leo Messi y Cristiano Ronaldo. Entiendo que es una especie de MVP del torneo, y no un reconocimiento al mejor jugador, porque pensar que Van Dijk sea mejor futbolista que Messi o Cristiano, es mucho pensar. No creo que la gente compre una entrada para ver los rechaces o recuperaciones de balón del holandés. La gente va al fútbol a ver goles, regates, espectaculares lanzamientos de falta o de penalti, asistencias de gol imposibles o jugadas colectivas que ponen en pie a un estadio. También, por supuesto, las grandes paradas de los mejores porteros del mundo, pero, ¿rechaces o recuperaciones de balón? No creo que los niños en el patio del colegio intenten copiar los despejes de Van Dijk, por mucho merito y necesarios que puedan ser. Los niños, y los adultos, hablamos de goles, regates, paradas, polémicas… Personalmente hace años que para mí estos premios tienen cero credibilidad. ¿Cómo es posible que Cannavaro tenga un Balón de oro por ganar un mundial, y que otros como Xavi, Iniesta o Griezmann no lo tengan, después de hacer exactamente lo mismo?. Pues muy sencillo: porque se los dan a cualquiera, sólo basándose  en los intereses políticos y comerciales de los organizadores, y de los amigos de los mismos.

Para justificar lo injustificable, nos cuentan que se basan en los goles, o en los títulos, o en los calzoncillos que ha vendido el futbolista cuando ya no saben que decir. El próximo será el premio The Best, y poco después, llegará el turno de otorgar el Balón de oro, así que nos toca esperar para ver si se lo dan realmente al mejor, y en ese aspecto, no tengo ninguna duda de que el mejor es Leo Messi. Sólo cabe esperar que no vuelvan a dárselo a nadie por el simple hecho de que sea el que más despejes hace, o por ser el que más calzoncillos vende.

Pero en definitiva, bien sabemos que al final se lo darán a quien les de la gana, cambiando o ajustando criterios a su antojo. En poco tiempo lo sabremos, pero me temo, y a vosotros os pasará lo mismo, que seguirán en su línea y no harán otra cosa que confirmar esta opinión: credibilidad cero.

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