Ousmane Dembélé se enfrenta a su tercer año con la elástica azulgrana, y se le pide, de una vez por todas, que explote todo el potencial que se le vio en Dortmund, y por el que se le trajo a Barcelona. Los aficionados culés se empiezan a desesperar con el francés por sus altibajos durante la temporada, y creen que si este año no rinde a un gran nivel, se le podría buscar una salida.

Acabamos de empezar la temporada y el francés ya es baja por lesión, otro factor que aminora la confianza de los aficionados respecto al jugador. Dembélé sabe que ha de cuidar mucho su cuerpo, ya que es un futbolista propenso a lesionarse, y eso le fastidia moralmente a él y al club, debido a la gran inversión que hicieron hace dos veranos.

Cuando vuelva a estar al cien por cien, se tendrá que ganar su puesto en el once inicial, un once, en el que con la llegada de Griezmann, lo tendrá mucho más difícil. Y es que Ousmane deberá ser bastante regular durante la temporada y volver a ganarse a la afición a base de goles, regates y buen juego. Por otro lado, si vuelve a dar el mismo nivel que en las pasadas temporadas, el francés debería dar un paso al lado, para que sea la directiva quien decida su futuro. Además, con la posible incorporación de Neymar al final de campaña, y el buen trabajo que están haciendo los jóvenes de la cantera, el Dembélé se vería sin hueco en el equipo, y con los aficionados hartos de él.

Sinceramente, yo pienso que un jugador como Dembélé jamás va a triunfar aquí, ya sea por su estilo de juego, sus hábitos, o las lesiones. Así que, si está temporada no explota su potencial como es debido, se le tendría que buscar una salida cuanto antes, pues eso sería lo mejor para el club, y también para un jugador que no parece que vaya a cumplir su deseo de triunfar en Barcelona.

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