A pesar de mostrarse feliz en su primer año en Los Ángeles Galaxy, donde el futbolista goza de las oportunidades y minutos con los que no contaba en el Barça, sigue dolido tras su marcha. El centrocampista habló para los diferentes medios españoles que se encuentran en Estados Unidos cubriendo las giras de pretemporada del FC Barcelona y Real Madrid. En sus declaraciones dejó varias perlas sobre su salida del conjunto azulgrana.
El mediocentro catalán no le guarda ningún rencor al club donde se formó y confiesa que no fue sencillo dejar de vestir la camiseta culé: “No fue disgusto salir del Barça pero sí triste para mí porque llevaba desde los 14 años y tuve que irme.” De hecho, no tendría reparos en una posible vuelta y deja la puerta abierta: “No guardo nada de rencor. En el fútbol y en la vida todo puede volver y podemos vernos las caras otra vez.”
Aún así se mostró muy molesto al recordar sus últimos momentos como jugador azulgrana: “Eso fue lo que más me molestó, que el míster me dijera que no podía entrenar porque si me lesionaba no podía salir del club”. Comprendía que el cuerpo técnico no contara con él, pero no que fueran injustos al no permitirle ejercitarse con normalidad: “Entendía no tener lugar en el equipo pero pedía por favor que me dejaran entrenar porque con dos meses parado es más difícil encontrar un club”.
Al ser preguntado sobre los motivos de su traspaso, el de Matadepera argumentó que no tuvo ni la suerte ni las oportunidades que merecía. Considera que estaba en un momento difícil para poder triunfar en el FC Barcelona: “Cambiamos mucho de entrenador en los últimos tres años que estuve, hubo muchas salidas, el club estaba jodido económicamente… estuve en ese in pass.”
Además de los temas futbolísticos, Riqui Puig confiesa que los asuntos extradeportivos también se lo hicieron pasar mal en Barcelona: «Me seguían a casa. Querían saber dónde iba a cenar, a tomar algo y eso, para mi privacidad, me sobrepasó. Es una de las cosas que más me molestó. El fútbol, además, aquí es distinto. Porque este es el cuarto deporte y en Barcelona es el primero. Y la gente, a veces, busca cosas fuera. He visto también que dicen que Pablo Torre sale de fiesta. Y eso es bastante triste.”
Aunque está contento en la MLS, espera la posibilidad de regresar a una liga más competitiva en Europa: «Vine aquí muy joven, para formarme, para coger experiencia es brutal, pero si se presenta una oportunidad de ir a Europa no diría que no. Le ilusiona el reencontrarse con Messi, Jordi Alba y Busquets cuando juegue contra el Inter de Miami. De hecho, no esconde que será del Barça toda la vida. “El sentimiento no va a cambiar nunca. Es verdad que ahora estoy muy lejos pero mi padre es socio, mi hermano es socio, yo también. Y eso no va a cambiar nunca.”
