El próximo domingo el Barça visitará uno de los campos más difíciles del campeonato nacional, La Catedral. El feudo norteño es tierra hostil y será donde el FC Barcelona buscará seguir alejado del Real Madrid en su lucha por el título de liga. La grada vasca alienta como pocas aficiones y sus futbolistas responden con intensidad y esfuerzo en el césped. Sin embargo, el Athletic Club es como el extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde; compite muy bien de local, pero como visitante baja mucho su rendimiento.

A pesar de su gran comienzo de temporada al mando del Txingurri, los leones marchan novenos en la clasificación pese al gran fondo de armario de su plantilla. Sin embargo, los puestos europeos siguen estando al alcance del conjunto vasco. El Rayo Vallecano es séptimo con 35 puntos, mientras que el Athletic Club tiene 33, por lo que la Conference League está a tan solo dos puntos de distancia. Precisamente, Vallecas fue donde los pupilos de Ernesto Valverde disputaron su último encuentro que se saldó con empate a cero.

El ex entrenador del FC Barcelona se reencontraba con Andoni Iraola en la última jornada de LaLiga y logró sumar un punto a pesar de que los locales fueron superiores y se vieron con superioridad numérica. La igualdad en el electrónico no favorecía a ninguna de las partes, pero fue un soplo de aire fresco para el equipo bilbaíno. El Athletic Club llegará al enfrentamiento contra los azulgrana sin conocer la victoria en un mes, concretamente desde que vencieron al Valencia CF (1-2) el 11 de febrero. Después de asaltar Mestalla, encadenaron tres derrotas consecutivas; Atlético de Madrid (1-0), Girona (2-3) y Osasuna (1-0) y el empate contra el Rayo Vallecano.

San Mamés volverá a recibir a los suyos después de ver como sus futbolistas fueron superados en casa por otro equipo catalán, el Girona FC. Aún así, la grada rojiblanca sabe que los tres puntos son claves para subir puestos en liga y como punto de inflexión de cara a su partido de vuelta frente al Osasuna. Los vascos tendrán que remontar en las semifinales de la Copa del Rey donde perdieron con un gol del ex blaugrana Abde. Esa eliminatoria podría condicionar el once elegido por Ernesto Valverde, ya que podría rotar y dar descanso a jugadores importantes. Sin embargo, entre la necesidad de sumar y las bajas, no tendrá mucho margen de maniobra.

Contra el Rayo Vallecano, el Txingurri apostó por Agirrezabala, Lekue, Vivian, Iñigo Martínez, Yuri, Zarraga, Dani García, Sancet, Berenguer, Nico Williams y Guruzeta. Desde la baja de Unai Simón, el guardameta canterano del Athletic ha defendido con garantías la portería rojiblanca. Lekue se lesionó en Vallecas y Dani García pidió el cambio por molestias. Oihan Sancet fue expulsado injustamente, pero pese a la reclamación por parte del club, el recurso ha sido desestimado y se perderá el encuentro por la roja directa.

Los dos laterales titulares también llegan entre algodones y son seria duda para la titularidad a pesar de haber entrenado junto al resto de jugadores. Balenziaga y Ander Capa serían las alternativas a De Marcos y Yuri Berchciche, aunque el técnico cacereño apenas ha contado con ambos defensores durante la temporada. Yeray Álvarez regresará al equipo y por fin volverán a estar disponibles los tres centrales del equipo después de cuatro meses sin coincidir.

Es difícil anticipar la alineación titular de los leones para esta ocasión, pero podría ser la siguiente: Agirrezabala, De Marcos, Yeray Álvarez, Iñigo Martínez, Yuri, Mikel Vesga, Zarraga, Muniain, Nico Williams, Iñaki Williams y Guruzeta. Mikel Vesga saldrá por Dani García en el pivote izquierdo y Zarraga estaría por delante de Unai Vencedor. Iker Muniain sustituiría a Sancet, Iñaki Williams caería a banda y Guruzeta volvería a ser la apuesta del Txingurri por delante de Raúl García.

Ernesto Valverde se ha enfrentado al FC Barcelona en 28 ocasiones y ha perdido en 16, de hecho, los culés son el equipo que más ha vencido al técnico en su trayectoria. Solamente les ha podido superar en cuatro enfrentamientos y eso puede condicionar la forma de enfocar el partido en cuanto al sistema y estilo de juego. La formación utilizada es la de 4-2-3-1 innegociable, pero con perfiles de futbolistas muy variables y que se adaptan a las necesidades de la plantilla frente al rival.

Por lo general, el equipo suele estar muy partido en la medular donde los dos pivotes defensivos están muy lejos del mediapunta. Apuestan por un juego directo del cual suelen incluso abusar y caer en la precipitación, aunque sus ataques pueden ser vertiginosos y en tres pases llegan al área rival. Se siente cómodo sin balón y tras el robo buscan el desplazamiento en largo a un delantero corpulento que reciba de espalda, o sino a Iñaki Williams aprovechando su velocidad y a la espalda de los centrales rivales. El centro del campo es de corte defensivo con dos pivotes y la creatividad recae sobre Sancet o Muniain en la mediapunta, el cual nutre de balones a extremos rápidos como Berenguer o Nico.

Se avecina un partido trepidante y difícil para el FC Barcelona, pero con muchos alicientes: los ojos puestos en Iñigo Martínez, una hipotética final de Copa del Rey anticipada, el reencuentro con Ernesto Valverde, la vuelta de Robert Lewandowski y evidentemente la intención de dar otro golpe definitivo al título.

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