Dicen que la tierra gira sin cesar, que nada ni nadie puede frenar esa constante y suave rotación de nuestro planeta. Con una excepción, un clásico. Este jueves el mundo se detendrá durante noventa minutos donde todas las miradas se centraran en el Santiago Bernabéu; veintidós jugadores y un balón dictaran sentencia. 

Los de Xavi afrontan la ida de estas semifinales de Copa del Rey en uno de los peores momentos de la temporada. Después de la eliminación prematura de Europa League y el súbito tropiezo en el campo del Almería en Liga, la Copa ha emergido como una competición que puede endulzar la temporada de los blaugranas. 

Competirle a este Madrid no será tarea fácil para un Barça que se presentará al Bernabéu sin Pedri ni Lewandowski. La baja del canario ya se ha hecho notar en el medio campo culé, que sin el joven “8” se ha convertido en una zona mucho más intrascendente a pesar de que el técnico de Terrassa continúe apostando por los cuatro mediocampistas. Por su lado, la reciente lesión del delantero polaco se suma a la de Dembélé y a las molestias de Ansu Fati, dejando a Raphina y Ferran Torres como principales referencias ofensivas. 

Entendiendo que Xavi mantendrá los cuatro mediocampistas, con Gavi como falso extremo y Kessié en el lugar de Pedri, la incógnita plana sobre quién ocupará el lugar que deja vacante Robert Lewandowski. Desde mi punto de vista, el elegido debe ser, y seguramente así sea, Ferran Torres. Teniendo en cuenta que Ansu no está logrando mostrar su mejor nivel y fue baja por lesión ante el Almería, el valenciano es la mejor opción para ocupar la posición de “9” ante los blancos. 

Ferran Torres llega en un gran momento al clásico del jueves, después de jugar su mejor partido contra el Cádiz y ser de lo poco salvable en Old Trafford y Almería. Es cierto que sus mejores minutos como blaugrana han sido jugando de extremo, pero el ex-valencianista tiene cualidades más que suficientes para ser la referencia del equipo, y más si está rodeado de cuatro centrocampistas. Ferran es un delantero muy móvil y, aunque normalmente parta desde la banda, su hábitat natural es el área. 

Es evidente que el jugador valenciano no es un killer como Lewandowski, que va a sufrir en el juego aéreo frente a Alaba y Rüdiger y que aguantar el balón de espaldas no es su mayor virtud. Dicho esto, Ferran tiene gol, y sobre todo, una gran capacidad para generar ocasiones, tanto para él como para sus compañeros. 

Además, si el Barça quiere mandar en el Bernabéu, deberá adueñarse del balón, y el “11” culé es una gran herramienta para lograrlo. Jugando a uno o dos toques es un jugador élite, y rodeado de futbolistas como De Jong, Gavi o Busquets, puede aportar una verticalidad y dinamismo al juego que, sin Pedri, está faltando. 

Lo más importante no es tener muchas armas, sino saber como usarlas. Xavi lo sabe, e intentará, como ya hizo en la final de la Supercopa, imponerse a Ancelotti desde la pizarra. Ahora solo nos queda esperar, ansiosos, a que el árbitro silbe el inicio del partido. Con el balón en juego, solo existen dos opciones: morir o matar.

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