El mundo del futbol es un océano en constante movimiento. Un vaivén de olas y mareas que vienen, van, y vuelven, arrasando con todo lo preestablecido segundos antes, creando constantemente nuevas realidades, nuevas opiniones. Emergiendo de las más oscuras profundidades de este océano futbolístico, Ferran Torres ha logrado redimirse y plantar cara a todos aquellos que dictaban sentencia sobre su fichaje y pedían su cabeza desde hace meses. 

El jugador valenciano llegó al Barça en el mercado de invierno del 2022 por una cantidad que rondaba los 55 millones de euros. Ferran abandonó el proyecto del Manchester City y se unió a un club culé que pasaba por una profunda reconstrucción de plantilla. Con un Xavi recién llegado, jóvenes inexpertos y veteranos que vivían de su pasado, Ferran Torres y Aubameyang cargaron con el equipo a hombros para salvar la temporada. No obstante, las incorporaciones ofensivas del mercado de verano hicieron que el rol del valenciano fuera menor este curso, y, cuando tenía la oportunidad de jugar, no lograba mostrar su máximo nivel, acaparando, así, críticas y precipitadas sentencias de la afición culé. 

Con todo en contra, Ferran Torres no se rindió, y el pasado domingo frente al Cádiz logró reivindicarse con un partido digno de elogio. El jugador blaugrana desbordó con el balón como nunca antes lo había hecho, adueñándose de la banda derecha y haciendo del regate una arma muy efectiva para desequilibrar a los rivales. Ferran nunca ha sido un extremo habilidoso y, contra el Cádiz, demostró que, en ciertos contextos, puede serlo. 

Aun así, no debemos basar el buen partido de Torres en el uso que hizo del regate, ya que el valenciano cuajo un gran encuentro porque estuvo muy fino con y sin el balón. Como extremo diestro, Ferran desestabilizó el esquema defensivo de los andaluces con movimientos constantes, desmarques interiores entre líneas para superar rivales, y exteriores para generar espacios a la espalda de la defensa. 

El “11” del Barça tiene una capacidad asociativa superlativa. Es capaz de superar a un rival con un control orientado, una pared o un desmarque; estas son sus cualidades para desbordar. Ferran Torres es de esos jugadores que hace lo más difícil en el futbol, jugar fácil. Con tendencia a caer hacia el centro, partir de la banda derecha le permite sorprender a los defensas rivales cuando rompe hacia la zona central del campo para buscar su hábitat, el área. Porque, a pesar de lo que se diga desde ciertos sectores, Ferran Torres tiene gol. 

Con las múltiples bajas y sanciones que Xavi tiene para Old Trafford, Ferran aparece como una posible y muy interesante alternativa para ocupar el rol de Gavi y partir de la banda para caer dentro y asociarse con el medio campo. Juegue o no de

titular, el renacer de Torres es una magnífica noticia para el Barça, que va a necesitar la mejor versión del valenciano si quiere competir por la Liga, la Copa del Rey y la Europa League.

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