Con el parón de selecciones, la caverna y los cavernícolas han aprovechado para sacar toda su artillería mediática para atacar e intentar desestabilizar al FC Barcelona con su habitual hipocresía y desmemoria selectiva. Las renovaciones de Messi y Piqué, se añaden a las famosas palancas de Laporta o a las obras del Camp Nou entre otras cosas, como si por Madrid no tuviesen nada que investigar ni criticar… En fin, personalmente yo le hago a estas noticias entre poco caso y ninguno, y lo interpreto como que después de muchos meses, la marcha del equipo y las sensaciones que transmite a nivel deportivo les preocupan. Como si no supiésemos los culés el daño que Bartomeu y su junta han hecho al club en los últimos años, y como se han aprovechado de ello jugadores, agentes, empresas y clubes rivales para sacarle al club hasta el último euro.

Con lo que si estamos preocupados, o por lo menos inquietos o molestos los aficionados culés es con la actual situación de los capitanes del primer equipo, o al menos con la mayoría de ellos. La deriva que la situación de alguno de ellos puede tomar en los próximos meses podría afectar de lleno a la marcha del equipo en la fase final de la temporada, y afectar de forma negativa al final de temporada, en el que esperemos el equipo esté luchando por ganar títulos. La marcha de los últimos capitanes del equipo en los últimos años, con la excepción de Leo Messi, siempre ha sido por la puerta grande. Puyol, Valdés, Xavi o Iniesta abandonaron el club por diferentes motivos, pero de buenas maneras y con el cariño y agradecimiento de la afición, algo que no está claro que suceda con alguno de los actuales capitanes.

En el caso de Busquets, todo parece indicar que abandonará el club a final de temporada. El jugador es titular con Xavi y el que el míster le esté dando descanso en algunos partidos en este inicio de temporada, sin duda está ayudando al jugador a rendir a un gran nivel, lo que, sumado a su experiencia y liderazgo dentro del campo y el vestuario, ayudan mucho a la buena marcha del equipo, y hacen que desde el club y los aficionados se siga valorando muy positivamente su presencia y aportación al equipo.

Con Sergi Roberto, la situación, sin ser la ideal, si que hay que reconocer que ha mejorado con respecto a pasadas temporadas, y si bien personalmente no entiendo que se renovara su contrato, y que como la mayoría de aficionados no creemos que tenga sitio en este Barça, hay que reconocer que en los minutos que ha tenido ha cumplido con lo que Xavi le pedía, y su bajo perfil mediático están haciendo que su situación este pasando mas desapercibida que la de sus compañeros.

Los que más ruido generan son sin duda Gerard Piqué y Jordi Alba, que apenas están contando para Xavi después de años siendo titulares indiscutibles. En el caso del central, se suman por un lado su edad y el gran nivel que Araujo, Eric, Koundé y Christensen están demostrando en este inicio de campaña, con que era cuestión de tiempo que su vida personal tan mediática y sus negocios fuera del fútbol acabaran por estallar y pasarle factura, amén de los enemigos que Pique ha ido acumulando en estos últimos años por sus continuas y polémicas declaraciones en muchos casos. Demasiada gente le tiene ganas. Si hace unos meses muchos veían al catalán como un futuro presidente del FC Barcelona, no sé si ahora hay tantos socios dispuestos a votarle…

El caso más sangrante parece el de Jordi Alba. Sus escasos minutos, el rendimiento de Balde, y el fichaje de Marcos Alonso lo dejan en una situación deportiva muy alarmante, y el que Luis Enrique lo convoque con la selección no significa, ni mucho menos, que tenga billete asegurado para el mundial de Qatar. Además, los aficionados tienen muy presente la escasa disposición que el lateral está teniendo con el club para rebajar su elevado salario y aliviar así la delicada situación económica que atraviesa el club. Y si a todo esto le sumamos las imágenes del jugador bostezando sin parar en el banquillo del Camp Nou en el último partido de liga, no parece fácil que el catalán pueda ganarse de nuevo el cariño y admiración de la parroquia culé.

En definitiva, que esperemos que, por el bien de todos, la actual situación de los capitanes mejore, o por lo menos en algunos casos se suavice, y no acabe por estallar y abrir otra vía de agua en el delicado casco de la nave blaugrana.

  JOSÉ MIGUEL BARRETO DE MORA

  @Mbarretodemora

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