La cenicienta de los Play-offs salió a dejar claro que quería ser lobo mientrás el Barça parecía no salir del pozo de la Semana Santa y no encontraba más arma que el tiro exterior para dañar la defensa bávara y no hacer más larga la distancia, en un primer cuarto marcado por un arbitraje excesivamente permissivo con los visitantes y que por momentos desvió la atención blaugrana. Y aunque parezca increíble, pasó, el Bayern se fue en ventaja al primer cuarto 20-22.

En el segundo el Barça asfixió al ataque bávaro que ya sin impunidad arbitral vió como los azulgranas le daban la vuelta y de qué manera con Brando Davies como ejecutor y Laprovittola de director. El susto del primer cuarto parecía quedar en la lejanía del vago recuerdo.

Y como si de recordar el pasado reciente fuera, el Barça hizo danzar al fantasma del primer cuarto como la estrella del cabaret de Chicago. Un Barça sin ritmo en ataque y que concedía tiros fáciles para el exterior alemán, y que se agarró a Davies cómo el capitán que llevara la nave a Puerto sin recibir más daño. En el tercero el Barça sobrevivió.

Para la última entrega Lucic no quería rendirse y guió a su equipo hasta el -5 a 4 minutos del final con un Barça que dió por ganado algo que no tenía. Salió entonces el gen de un equipo ganador que quiere ser campión y con tres canastas seguidas volvió a poner las cosas en su sitio y el 1-0 en la eliminatoria.

Seamos sinceros, este Barça no está bien pero de momento sabe ganar al Bayern y poner rumbo a Belgrado.

77-67 para la primera entrega

 

 

 

 

 

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