Veinte minutos le bastaron al Barça para dejarle claro al estrella Roja que las victorias que necesita las deberá de encontrar lejos del Palau.
Y eso que los balcanicos encontraron en Dobric el ejecutor perfecto en ataque (15 puntos al descanso), que fue un verdadero quebradero de cabeza hasta que la conexión Calathes-Mirotic dijo basta y empezó a dibujar una pintura casi perfecta en la que cada componente aprotaba lo suyo.
Nicola los puntos y la ventaja en el interior, Jokubaitis la batuta de la orquestra y Davies el show. Cada uno a lo suyo mientras la defensa blaugrana ahogaba al ataque visitante y la diferencia sólo hacia que augmentar y augmentar. Como en una tormenta a la que no se ve fin.
Tiempo le dió a Saras en los primeros minutos para dosificar y entregar minutos a Martínez y Mnaji.
Y a partir del descanso un Barça en servicios mínimos mantuvo la tensión necesaria para no sufrir en momento alguno.
En la reanudación el Barça aprendío un viejo proverbio baloncestístico: ‘Si es serbio, no se va a rendir’. Y el Barça con el +20 sesteó y el Estrella Roja se lo pagó remonatndo punto a punto hasta ponerse a 8 a 7 del final.
Y Saras tiró de Mirotic y de su unidad de confianza para apagar el fuego con el oificio y la madurez de un líder que se exhibió con avaricia en otros 20 minutos PREMIUM.
En Rueda de Prensa Jasikevicius destacó que a parti del tercer cuarto su equipo perdió el ritmo del partido: “Hemos de ser unos killers”.
Crónica realizada por Ángel Gil