Joan Laporta ha dejado atrás los problemas con el aval y ha tomado posesión del cargo de presidente del FC Barcelona

Las redes sociales han estallado contra Laporta a la mínima. Y la prensa no se ha quedado atrás. Los anti culés por fin han podido salir de debajo de las piedras para atizar al Barça en medio de tanto optimismo. Laporta es una pieza fundamental de esa alegría y, cuando han tenido una oportunidad, se le han lanzado al cuello, y eso que todavía no era presidente de forma oficial. Empieza con buen pie.

Un miembro de la junta directiva se echó atrás en el último momento y Laporta ha tenido que buscar una alternativa adecuada para sustituirlo. No solo que aporte el capital necesario para el aval, si no que también se adapte perfectamente a la ideología del club y las intenciones de Laporta. Quien formará parte del proyecto del Barça es Audax, una empresa de energías renovables, no HPS Partners, el fondo de inversión norteamericano. Es decir, Laporta ha conseguido el aval y no ha tenido que “bajarse los pantalones” para lograrlo en una situación imprevista y a contrarreloj. Algo que un presidente del Barça no hacía desde que él mismo se fue.

El actual presidente del FC Barcelona ha demostrado durante toda la campaña el poder que tiene, la influencia, la persuasión, pero también el respeto que infunde en los demás, la confianza que tiene en sí mismo, alguien que sabes que no te va a fallar. Los culés necesitaban ese aire fresco, esa figura al que agarrarse institucionalmente, una cara visible que les representa y, sobre todo, que lucha más que nadie por el bien y la imagen del club.

Porque lo que a Laporta le duele es que su legado, el Barça que dejó, el mejor equipo de la historia hasta la fecha, quede hecho añicos, y no por falta de talento, sino por falta de gestión, de inteligencia, de valentía y de sacrificio. Nadie ha conseguido sacarle las castañas del fuego al club cuando lo necesitaba y, especialmente con Bartomeu, el club ha entrado en una espiral de ridículos que parecía imparable. Hasta que llegó Joan.

Todos los que odian o van en contra del Barça estaban felices porque las cosas les iban mal y su situación se desestabilizaba cada dos por tres, pero cuando apareció Laporta en las elecciones, empezaron a temblar. Porque eso influye Laporta, miedo. Miedo por la viva imagen del que ha representado la etapa más gloriosa de este club y ha conseguido mantenerlo más allá de un destello. Ese miedo que transmite colocar una pancarta gigantesca a escasos metros del estadio de su máximo rival.

Cuando Jaume Giró, ex director de La Caixa y el hombre de confianza de Laporta para el sector económico, se retiró de la candidatura una semana después de ganar las elecciones, todo se torcía, parecía que el Barça volvía a caer en el abismo, otro fracaso, otras elecciones, Laporta débil y los anti culés celebrando. Tranquilos, el “presi” ha vuelto para quedarse.

Laporta ha conseguido el dinero, ha presentado el aval y ya ha tomado posesión del cargo. ¿Tiene mucha faena por delante? Sí, pero quién mejor que él para revertir esta situación y más después de ver el miedo que le tienen. Y claro, ahora los haters otra vez a la cueva, a ver cuándo vuelven a aparecer…

Joan Hernández

Colaborador

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2 Comentarios

  1. Miquel

    Gran artículo , si señor por fin un buen artículo no la mierda de mundo deportivo comepollas del bartorosellismo

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    • Joan Hernández "Chondo"

      Muchas graciaas Miquel😍

      Responder

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