Hace unas semanas parecía cuestión de detalles que Luis Suárez cerrase su salida del FC Barcelona para firmar por la Juventus de Turín. Ahora vivimos una realidad totalmente diferente. En un abrir y cerrar de ojos, el uruguayo ha pasado de tener pie y medio en Turín a seguir entrenando con el grupo ya a las órdenes de Ronald Koeman.

Según informa en Italia La Gazzetta dello Sport, el futbolista charrúa estaría a la espera de realizar un exámen el próximo jueves que le daría la doble nacionalidad italiana en caso de superarlo con éxito. Un trámite necesario para firmar por el conjunto de Andrea Pirlo, que ya tendría apalabrada con el delantero su incorporación a la entidad una vez superadas las diligencias puramente burocráticas.

Sin embargo, según informa Rac 1 a última hora, Suárez habría descartado su fichaje por la Juventus debido al retraso del proceso de nacionalidad. Este papeleo, en caso de ponerse en marcha, podría no estar listo hasta más allá del 6 de octubre, fecha en la que se presentan las listas de los futbolistas inscritos en la UEFA para disputar la Liga de Campeones. Una circunstancia que podría haber hecho cambiar de opinión al futbolista charrúa pese a tener ya un acuerdo verbal con el club transalpino.

Ahora el culebrón continúa, porque Ronald Koeman ya le comunicó nada más llegar que no contaba con él y, en efecto, lo evidenció no convocando al uruguayo para el primer amistoso del pasado sábado frente al Nàstic. La intención de Suárez sigue siendo salir del club, pese a que se le agotan las opciones. La Juve habría apostado por el bosnio Edin Dzeko como su refuerzo para el “9” tras la salida de Higuaín y el Atlético de Madrid estaría muy lejos de lo que cuesta firmar al charrúa.

Las últimas informaciones apuntan a que, a tres semanas del cierre de mercado, no sería tan extraño que Luis Suárez se quedara en Barcelona y cumpliera el año de contrato que le resta hasta junio de 2021, fecha en la que saldría a coste cero. Aunque visto lo visto, todo puede cambiar en cuestión de horas.