Sobrevuelan sobre el mítico estadio Camp Nou los duendes de un pasado y presente envuelto en glorias imposibles de reflejar en pocas palabras. ¿De qué se trata hablar del coliseo de estos tiempos?

El año 1953 marcó el comienzo de ese derrotero, con problemas de diversa índole (subsuelo, económicos, etc)

El entonces presidente del FC Barcelona, Francesc Miró-Sans, impulsó el proyecto buscando darle mayor capacidad a la que tenía el antiguo campo de juego Les Corts. El arquitecto Franscesc Mitjans – primo del presidente – fue quien comenzara a desarrollar todo lo concerniente al mismo.

El costo ascendió a 288 millones de pesetas, inaugurado el 24 de septiembre de 1957, coincidiendo con el Día de la Mercé, patrona de Barcelona. La afición culé concurrió masivamente, era el “¡nuevo estadio!”, en ese entonces la capacidad ascendía a 60.000 personas, la plantilla contaba en sus filas al legendario Ladislao Kubala.

Posteriormente se lo amplió llegando a la cifra de 90.000 localidades, el más grande de Europa y uno de los más espacioso del mundo.

¿Cómo se llamaría a ese estadio?, en principio se pensó en ponerle el nombre del fundador del club, Hans Gamper, no existía pleno acuerdo por cuanto se decidió algo más neutro, Estadio del Club de Fútbol Barcelona. ¿de dónde proviene la denominación Camp Nou?, una clara referencia del viejo estadio de Les Corts.

De cualquier manera, en el año 2001 el entonces presidente Joan Gaspart, convocó a los socios para una votación y así definitivamente dejar plasmado el nombre que lo identificaría por siempre: mayoritariamente fue votado como Camp Nou, por sobre otras opciones. Un dato de color, en la campaña 2007/2008, las camisetas blaugranas llevaron leyenda en conmemoración del 50 aniversario de este gigante de Catalunya.

A grandes rasgos, así nacía el estadio que tanto necesitaba el FC Barcelona – hoy con una capacidad total de 99.000 personas (recordando que en épocas del Mundial España 1982 llegó a tener 120.000 plazas).

Pero claro, la magia, los duendes lo forjan aquellos jugadores que le dieron “contenido” a ese gran estuche de vida y pasión: Ladislao Kubala, Luis Suárez, Antoni Torres, Carles Rexach, Joan Manuel Asensi, Johan Cruiff, Johan Neeskens, Francisco José Carrasco, Hans Krankl, Bernd Shuster, Enrique Castro “Quini”, José Ramón Alexanko, Andoni Zubizarreta, Diego Armando Maradona, José Mari Bakero, Guillermo Amor, Michael Laudrup, Josep Guardiola, Ronald Koeman, Aitor “Txiki” Begiristain, Romario da Souza, Hristo Stoichkov, Vitor Borba Ferreira “Rivaldo”, Ronaldo Luiz Nazario, Luis Enrique Martínez, Anderson Luis de Souza “Deco”, Ronaldo de Assis Moreira “Ronaldinho”, Patrick Stephan Kluivert, Víctor Valdés, Carles Puyol, Samuel Eto’o, Andrés Iniesta, Xavi Hernández, Daniel Alves da Silva “Dani Alves”…¿hoy? En plena vigencia Lionel Andrés Messi.

Hablamos de algunos de los jugadores legendarios de esta institución, ellos precisamente le dieron/dan vida a esos duendes que transitaron el verde manto culé. Rescataron al fútbol de cuna, virtuoso, toda la magia y corazón siguen latiendo al conjuro de la camiseta blaugrana.

Cuando pensamos en el fútbol de estos tiempos, supermillonario, plagado de intereses malsanos en muchas ocasiones, deberíamos cobijarnos bajo ese manto sagrado que nos dejaran tantos ídolos de este deporte. Rescatar a los “Duendes del Camp Nou”: no los dejemos morir.

En estas circunstancias, donde el 8 de agosto sufrirá también el estadio los daños colaterales de la pandemia que nos afecta, sin afición, sin el calor de miles y miles de personas alentando al culé, con un vacío extraño, silencioso, debemos rescatar a tantas jornadas de gloria, felicidad, palmarés. Cada jugador que ingrese al rectángulo para enfrentar al Nápoles, llevará sobre sus espaldas a todas esas historias que les legaran verdaderas leyendas del FC Barcelona.