En el último partido de la convulsa y entrecortada temporada 2019/2020 que enfrentó al Fútbol Club Barcelona contra el Alavés en Mendizorroza, hubo una mala noticia para el conjunto culé, y es la posible baja de Clément Lenglet para el partido de vuelta de octavos de final de Champions League ante el Nápoles.

El partido está marcado en el calendario para disputarse el próximo 8 de agosto, quedando aún tres semanas para la disputa del mismo y el cual puede servir a la plantilla para mostrar que van todos a una para la consecución de la “orejona”, o por le contrario, ser el golpe definitivo que conlleve una guerra civil entre jugadores, equipo técnico y directiva.

Ante este panorama, y con las bajas confirmadas de Sergio Busquets por acumulación de tarjetas y Arturo Vidal por la expulsión en el partido de ida, todo indica que veremos un medio del campo inédito. Sin embargo, los problemas se han acrecentado, esta vez en la línea defensiva donde Lenglet no tiene asegurada su presencia en el encuentro. En la mañana de este lunes, el club emitió un comunicado sobre este tema: “El jugador del primer equipo Clément Lenglet tiene molestias en la ingle derecha y realizará tratamiento durante los próximos días.”

Por tanto y tras las pruebas realizadas, se puede descartar la lesión del francés. Sin embargo, la trascendencia del choque ante el Nápoles no puede dejar lugar a dudas sobre el galo, que en caso de no estar en un nivel óptimo de rendimiento, el equipo técnico no se la jugará con el central y su lugar lo ocuparía en principio su compatriota Samuel Umtiti. Siempre y cuando no se le haya buscado una venta en el mercado de fichajes antes del choque ante los italianos que, en caso de victoria, nos acercaría a cuartos de final y más cerca de uno de los objetivos que se han marcado dentro del vestuario culé, conseguir la Champions League en una de las temporadas más convulsas deportiva y extradeportivamente.