El Barcelona venció finalmente después de tres jornadas consecutivas cosechando empates ante Sevilla, Celta y Atlético de Madrid, y goleó al Villarreal en el Estadi de la Ceràmica por un contundente 1-4.

Una victoria que sin duda necesitaban los azulgranas en medio de esta vorágine en la que viven inmersos los culés a nivel deportivo, y también a nivel institucional. Si el Barça perdía el conjunto castellonense, Quique Setién tenía las horas contadas en Can Barça casi con total seguridad y la Liga se habría puesto del todo imposible. No obstante sigue habiendo vida para el Barcelona.

Más allá de la merecida victoria de los catalanes, los líos con los arbitrajes siguen estando a la orden del día. Sin ir más lejos, durante el choque contra el Villarreal, el colegiado, Del Cerro Grande, anuló un gol legal a Messi por un supuesto previo fuera de juego de Arturo Vidal, después de ser avisado desde la sala del VAR. Las imágenes donde se mostraba la posición ilegal del chileno no se repitieron más que una vez y desde una perspectiva en la que era casi imposible determinar con certeza si Vidal estaba o no es posición antirreglamentaria.

Tras anularse el tanto de Leo, que suponía el gol 9.000 de la historia del Barcelona, Gerard Piqué se mofó de quienes manejan el videoarbitraje haciendo un curioso gesto, tal como si escribiera en el teclado de un ordenado, mientras esbozaba un irónica sonrisa. Claramente, el central de la Bonanova volvía a lanzar un dardo envenenado contra el mal uso del VAR que se está viviendo desde que el fútbol regresa tres meses después del parón por el coronavirus.

Al término del encuentro, Gerard fue preguntado por el gesto en cuestión, a lo que el central decidió echar balones fuera con toda la picardía del mundo y dejó con las ganas a todos aquellos que esperaban una nueva crítica abierta por parte del zaguero catalán: ‘’No me acuerdo, durante el partido haces cosas, con la adrenalina a tope y no sé de qué me estás hablando’’.