Ya no es ningún secreto que el Barcelona atraviesa una delicada situación económica y la venta acelerada de Arthur Melo a la Juventus de Turín no ha sido más que el comienzo de un culebrón, que amenaza con traer cola.

El brasileño ha sido la moneda de cambio para que el Barça pudiera matar dos pájaros de un tiro: ingresar dinero en las arcas del club y hacer realidad su sueño de vestir a Pjanic de azulgrana. Tal vez Arthur no era el futbolista que el Barcelona hubiese vendido en otras circunstancias, pero ante la necesidad de hacer caja cuanto antes y frente a la juventud y la calidad del de Goiânia, Arthur se convirtió pronto en el blanco perfecto para empezar a solucionar los problemas de dinero.

Pero el brasileño es sólo el entrante al plato fuerte. Varios jugadores azulgranas harán las maletas en breve para abandonar el Barça cuanto antes, mejor, y la cuenta bancaria de los culés se vaya reponiendo poco a poco.

Neto es uno de los candidatos principales para salir del club este verano. El Barcelona ya le está buscando equipo con la excusa, aunque real, de que únicamente ha disputado un partido desde su llegada al Camp Nou el pasado mes de julio, y cuyo puesto sería ocupado por el guardameta del Barça B, Iñaki Peña. La incursión del canterano supone un coste cero para la entidad catalana, por lo que el dinero que se reciba por la venta de Neto, será paradójicamente neto. En resumen, todo ganancias.

Por otro lado, el nombre de Todibo aparece, desde hace tiempo en todas las quinielas para marcharse del Barcelona definitivamente, una vez finalizada la temporada. El defensa de 20 años recaló en las filas del Barça en enero de 2019 procedente del Toulouse, y desde entonces, sus labores con el primer equipo azulgrana fueron más bien pocas. Durante el mercado invernal, el club formalizó su cesión al Schalke 04 con la intención de que adquiriera ritmo de competición, aunque ese cambio de aires podría terminar siendo un traspaso con el que seguir cuadrando cuentas. El Bayern Leverkusen sería el destino más probable para el futbolista, si finalmente el club alemán acepta el desembolso de los 10 millones de euros que reclaman los culés

Además, a ellos se sumaría la venta de Ivan Rakitic. El centrocampista fue una pieza clave durante varios años desde su llegada a Can Barça en 2014, pero en las últimas dos temporadas, su protagonismo ha ido disminuyendo como la espuma. A pesar de que Setién va dándole minutos y de que el croata se siente motivado para seguir, el Barcelona parece haberle echado la cruz definitivamente y es casi seguro que Rakitic volverá a vestir la camiseta del Sevilla la temporada que viene.