Otra versión sublime del Barça atropella la Roma
En un Camp Nou animoso y preparado para llevar a su equipo a las semifinales que aplaudió con ganas la vuelta a casa de Vicky Losada.
El guion de inicio fue el previsto, el de siempre, el del ADN, con el Barça de protagonista monopolizando el balón. Prueba de ello es que la Roma necesitó 7 minutos para dar el primer pase en campo de ataque. Eso sí, fue un serio aviso.
La posesión no se traducía en ocasiones de gol hasta que Oshoala en el corazón del área le acomodó de cabeza a Rölfö para que con el empeine exterior batiera la meta romana. A la primera red. Máxima eficacia.
Maduró el Barça el partido engañando a unas romanistas que por un momento creyeron en un milagro que el soberbio gol de María León envió a la nube de los sueños rotos. Una obra de arte, un misíl de diestra que cruzó el área rezumando belleza y con decisión se incrustó en la red de Ceasar que impotente sólo pudo intentarlo.
Ni los errores no forzados le servían a una Roma que vio como el remate de Rölfö a la asistencia de Graham ponía el lacito al filo del descanso.
Y por si aún había algún género de dudas (hay quién cree que la Tierra es plana), otra asistencia de Graham dejaba en bandeja el gol a Oshoala que no perdonó. El quinto tampoco se hizo esperar y el córner ejecutado por María León lo envió a la red Guijarro de soberbio cabezazo al primer palo. Por entonces la fiesta era ya TOTAL. Para la Roma el segundo tiempo fue un viacrucis. Recibían un golpe tras otro sin ni tan siquiera intuir por dónde le llegaría el siguiente. Solo un error de marcaje permitió el del honor, si es que queda honor cuando te ‘bailan’ de esa manera. Serturini cruzado y por bajo, batió a Paños en el error de marcaje de León.
De ahí al final el Barça bajó tres marchas y se dedicó a nadar y guardar la ropa sin tomar daños innecesarios para completar otra exhibición futbolística del máximo nivel.
El Barça ya espera a Chelsea o Lyon.
