El Barça solventa con victoria un duelo incomodo en la celebración de los 50 del Palau y a la espera del cara o cruz del martes ante el Bayern.

Si hay un partido incomodo ese ha sido sin duda el que ha enfrenatdo al equipo de Saras frente a un San pablo en modo a vida o muerte. En lop deportivo, tanto martes para tan poco domingo, y eso que un palau de efermeride no falló a la celebración de los 50 años del Palau.

Saras dejó fuera a Exum i Mirotic y un Barça en servicios mínimos entró tarde al partido pero la inseguridad burgalesa dió margen para que los culés acabaran en ventaja el primer cuarto.

Para el segundo Caicedo y Oriola hicieron su entrada en pista y con un cinco poco habitual el Barça seguía sin encontrar el ritmo requerido. Las caras al desacanso reflejaban la realidad de un equipo que iba a remolque de un debil San Pablo.

El descanso le sirvió al Barça para poner una marcha más al partido y con dos triples de Abrines y Laprovittola abrir una rendija en el marcador, rendija que contra un equipo herido como hoy lo es Burgos, se convierte en ventana con la facilidad del que está sentadito en el portal en una tarde de verano. Si hacer nada extraordinario, el Barça rompió y sentenció la victoria.

La última entrega no sirvió para que Burgos pudiera sacar nada y el 84-69 final fue suficiente para un Barça que no ha dejado de pensar en el martes.

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