El Barça ha ganado su último partido de Liga Santander y lo ha hecho con goleada. Se ha impuesto al Alavés a domicilio por un abultado 0 a 5. Los muchachos de Quique Setién han sido muy superiores a un conjunto local que ya había logrado la salvación en la jornada anterior y llegaba a este encuentro totalmente relajado.

Los jugadores azulgrana han conseguido adelantarse pronto con gol de Ansu Fati y no han dejado de atacar. Al gol del joven canterano se le han sumado los de Luis Suárez, Semedo y los dos de Leo Messi. A estos cinco tantos hay que añadirles tres tiros al palo y un sinfín de ocasiones claras de gol. Una buena actuación que llega tarde en términos clasificatorios pero que no vendrá mal a un vestuario necesitado de buenas sensaciones.

Sin embargo, no todo han sido buenas noticias para el club catalán. Para empezar, el cuadro de Quique Setién se ha presentado con un banquillo compuesto únicamente por cinco jugadores, dos de los cuales eran los porteros Marc André Ter Stegen y Arnau Tenas. Los tres suplentes restantes eran Braithwaite, Semedo y De Jong, recientemente recuperado de su lesión.

Una situación del todo anómala e impropia no solo de un equipo de la talla del Barcelona sino de uno profesional. Tener solamente a cinco futbolistas en el banco parece más característico de un equipo amateur formado por estudiantes y padres de familia que juegan ligas internas. Pero los problemas, igual que en la película, no han parado de crecer.

Y es que si la plantilla del Barcelona ya es corta, la posición de central es de las más mermada. Con Piqué sancionado, Umtiti lesionado y Todibo cedido, el centro de la zaga estaba hoy compuesto por Araujo y Lenglet. Y ha sido precisamente el jugador francés quien se ha lesionado, teniendo que abandonar el campo al inicio de la segunda mitad. La defensa ha sido rellenada por Arturo Vidal, quien no ha tenido demasiado trabajo.

Ahora bien, ¿cuales han sido las causas para llegar a este extremo? Para ser justos, el Barça tenía jugadores dos jugadores lesionados y tres sancionados, pero claramente la planificación deportiva no ha logrado conformar una plantilla lo suficientemente amplia como para luchar por todos los títulos. Esos cinco suplentes no son el único indicador. Con el segundo equipo a las puertas de un PlayOff de ascenso a segunda división, los jóvenes Fati y Riqui han tenido que echar una mano y ser titulares con el primer equipo, algo que deja aún más en evidencia a quienes han confeccionado el equipo.

Como consuelo queda pensar que la directiva tomará buena nota de lo ocurrido para tratar de no cometer los mismos errores este verano, aunque viendo la trayectoria de la gestión de Bartomeu, no hay demasiadas garantías de que eso vaya a suceder.