El juego de Arturo Vidal, que si bien nos trae a todos de cabeza cuando tiene la pelota y cuando no la tiene, ha conseguido que el juego del equipo azulgrana sea más sólido y más consistente, gracias a ser un jugador que no da un balón por perdido, presiona y lo busca haciendo que el rival le cueste no perderlo.

Esto es muy importante si queremos que el juego sea el de toque, si queremos jueguen jugadores como Riqui Puig deben existir un Arturo Vidal, ojalá que, con más cabeza y mejor toque de balón, pero es el que tenemos y es el que, si le quitan el balón al joven catalán, irá a por el para recuperarlo y volvérselo a dar, para que de esta forma el joven canterano, o a quien le toque ser el cerebro del equipo, no tenga miedo a perder el esférico.

Además, últimamente se une a la delantera creando incertidumbre a la defensa contraria, que ve que además de estar pendiente de Messi, lo tienen que estar de un tipo con crestas, que tanto te puede perder el balón como te lo puede meter dentro de la portería.

No es un jugador que un aficionado el Barcelona pondría en su once de gala a inicios de temporada, pero a medida que van pasando los partidos y cuando los resultados empiezan a ser más importantes que el buen fútbol, el chileno se convierte en casi un imprescindible de cualquier equipo.

En calidad, Busquets en su meñique del pie izquierdo tiene más que el chileno, Rakitic también es mucho mejor, pero por intensidad, por lucha y por corazón, Arturo, hoy por hoy está por encima y merece ser titular siempre, luego puede que haga alguna locura, pero a día de hoy, y si queremos que Riqui vaya pillando confianza, necesitamos jugadores que se tiren al suelo para recuperar los errores de los que están empezando.

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