El Barcelona volvió a pinchar por tercera vez consecutiva, esta vez ante el Atlético de Madrid y en un Camp Nou todavía desprovisto de aficionados. Parece que la mala racha de resultados a domicilio se ha trasladado también a los partidos en casa, y pese a que los culés mostraron un buen fútbol, los goles no fueron suficientes para alejar a la mala fortuna.

Con dos penaltis llenos de polémica arbitral, los colchoneros consiguieron arañar un punto del Camp Nou, ante un Barça al que cada vez le queda menos tiempo para sobreponerse. A falta de 5 jornadas por disputarse, 15 son los puntos en juego y mantenerse con vida dependerá de si el Real Madrid logra vencer o no al Getafe.

Al Barça no le salen bien las cosas en los últimos tiempos y para muestra, un botón. La entidad azulgrana no está en su mejor momento económico, como se ha podido comprobar con la venta acelerada de Arthur Melo a la Juventus. La directiva está más que cuestionada desde hace mucho tiempo y la mayoría de los socios reclaman elecciones presidenciales cuanto antes, mejor. Y por su parte, el bueno de Quique Setién podría tener las horas contadas en Can Barça después de la debacle de los últimos partidos, en los que su equipo tan sólo ha logrado sumar 3 puntos de los 9 posibles.

A todos estos males, se le suma la inexplicable situación por la que atraviesa Antoine Griezmann. El francés ha desaparecido de los planes de Setién de la noche a la mañana y cuando el entrenador cántabro es cuestionado por el tema, se limita a responder que es por ‘’decisiones técnicas’’. Lo cierto es que jugadores como el canterano Ansu Fati o el danés Martin Braithwaite están teniendo más protagonismo que el ex del Atlético, algo que los aficionados no terminan de comprender y de bien seguro, afecta de forma negativa al bueno de Griezmann.

Pese a que los medios de comunicación insisten en averiguar cual es la raíz del problema con Antoine, Setién se limitó a restarle importancia durante la rueda de prensa posterior al choque frente a los colchoneros: ‘’Griezmann es un jugador importante y se que es duro para un jugador de su nivel, haberle sacado faltando tan poco para el final. Las circunstancias me han obligado a ello, ya que los que había sobre el campo en ese momento, estaban rindiendo bien. Mañana hablaré con él, pero no le pediré disculpas”.