Habló el capitán, con estilo, sin pelos en la lengua, Él, Dios del fútbol, repartió mandamientos a
la directiva del club. Salió en defensa de sus compañeros, de sus apóstoles dentro del campo.
La religión blaugrana no se toca. Bienaventurados aquellos que osen desprestigiar al vestuario.
No hay nada más sagrado dentro de un equipo que el vestuario.
Bartomeu y su directiva recibió una reprimenda pública de Messi, el jugador siempre
comedido en sus declaraciones, alzó en forma de texto a través de una red social, la voz. Dio
un paso al frente para defender a los suyos, gesto que le honra y le empondera más dentro del
grupo. Hablar cuando hay que hacerlo, es una virtud que muy poca gente la tiene. Se me viene
a la cabeza una frase, “calladito estás más guapo” pues, Abidal, ese es el resumen de lo que te
dijo Messi.
La metedura de pata es de unas dimensiones que aún no podemos valorar, pero que aún siga
perteneciendo al club, el ex jugador culé, al menos, es para hacérselo mirar.
Me apena que un ex jugador, haya insinuado algo tan grave como es la falta de trabajo y de
actitud de jugadores que en algunos casos fueron sus compañeros. Abidal, desde el aprecio
que te tengo y tendré, eso no se puede tolerar.
Deseo que lo que ha sucedido en estos dos días, sirva para unir al vestuario y que cierren filas.
Ellos, con su profesionalidad, son los únicos que nos pueden llevar a Canaletas esta
temporada.
El barco, el club, sólo tiene un capitán, tiene un nombre, se llama Leo Messi, los oficiales son
sus compañeros y los pasajeros, la directiva, que espero que realmente sea pasajera.
Bartomeu está llevando al club, por unos caminos que visto desde fuera, no son los correctos.
Da la sensación que están dando palos de ciego, desde la marcha de Neymar, no levantan
cabeza en materia de fichajes y han tenido que ser los que ya estaban los que salvaran los
muebles, en forma de dos títulos de Liga y una Copa.
Está directiva con Bartomeu al frente, debería recapacitar de si son los adecuados para presidir
el club, desde mi humilde punto de vista, deberían dar un pasito al lado y dejar que haya otras
ideas renovadas, la institución y los aficionados lo necesitan.
El viaje a Bilbao, va a ser largo y silencioso.
¡Visca el Barça!

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