El barcelonismo puede celebrar las dos últimas victorias conseguidas en el Camp Nou, pero tanto la de Liga, como la de Champions, dejaron una sensación de inseguridad defensiva bastante importante.

Aunque sumando los dos partidos, sólo se encajara un gol, en ambos, el rival tuvo muy claras ocasiones para situarse por delante. Además, los equipo contrarios llegaban con demasiada facilidad a los terrenos defensivos del Barcelona, aunque en el caso del Inter de Milán y como opinión propia, el gol llegó más por error de Piqué, que por el juego en sí.

En Champions contra el Inter, estas situaciones y sensaciones de inseguridad que transmitía el equipo, fueron solventadas dando salida a Arturo Vidal, nada más arrancar la segunda parte.  El chileno le dio al medio campo más consistencia e intensidad. Cabe destacar, que no es la primera vez que esto ocurre, ya van unas cuantas ocasiones en las que Valverde reorganiza el equipo durante el descanso.  

Contra el Sevilla en Liga, el chileno salió de inicio, pero esta vez, lo que le dio seguridad al Barça fueron ocho minutos demoledores. Los que los azulgranas marcaron hasta en tres ocasiones, dejando el electrónico antes del descaso con un contundente 3-0, y ampliado hasta el 4-0, gracias a un excelente gol de falta ejecutado por Messi, en los minutos finales.

Los dos partidos fueron planeados por Valverde con la misma filosofía, o eso es lo que yo creo. Juego de ataque directo y presión de baja intensidad por parte de la delantera, que dejaba a los rivales confiando demasiado en la defensa y en Ter Stegen, para luego, y valiéndose de la enorme calidad que tienen los delanteros del Barça, ser letales aprovechando los espacios que el rival había dejado en defensa, mientras éste atacaba.
Le salió bien en las dos ocasiones. Ahora bien, todos vimos cómo, tanto los lombardos, como los sevillanos, tuvieron muchas ocasiones claras.  No sólo para ponerse con 0-1, sino para incluso echar tierra de por medio con un 0-2, que hubiese complicado mucho las cosas, para lograr la victoria por parte de los azulgrana. Por suerte, todo eso no sucedió y el Barcelona terminó por sumar los tres puntos tanto de Liga, como de Champions.

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