Otra temporada arrancaba en el templo azulgrana, en una montaña mágica que pronto trasladará su ilusión al nuevo Camp Nou. Mientras tanto, Montjuïc recibía a los suyos por primera vez de manera oficial, dejando atrás de forma voluntaria la no comparecencia de los culés en el Gamper. Nada podía empañar la gran pretemporada de los hombres del recién llegado Flick, el cual ha cogido el relevo de un Xavi que ya apostó por los jóvenes.
El técnico germano ya dijo que era consciente de dónde llegaba y del momento tan delicado por el que pasa el FC Barcelona. Aún así, lejos del victimismo ha optado por mostrarse práctico y explotar los ingredientes de los que dispone. Una receta que salvó los muebles en Mestalla cuando los fantasmas del curso anterior volvieron a aparecer. De hecho, no tocó el once inicial, excepto por el cambio de Casadó por Pedri, a la espera de que Dani Olmo pueda ser inscrito…
Pronto la actual división de opiniones respecto a la gestión de la directiva se haría eco en una grada que cantaba: “Barça sí, Laporta no”. Dichos cánticos estaban acompañados de unos pitos de numerosos disconformes. Sin embargo, en lo que sí parece de acuerdo la afición, es que Nico Williams les ha dado la espalda y cada vez que la cogía el extremo, sonaba música de viento. Aunque el navarro competiría con Gil Manzano por ser el hombre más querido por la hinchada local.
A los veinte minutos del choque llegaría la primera gran ocasión, gracias a un pase extraordinario de Pedri, aunque la volea de Raphinha fue algo forzada. Por su parte, el Athletic Club solo era capaz de inquietar a través del pequeño de los Williams contra un Koundé que sufría en exceso. Pero sería su amigo, su compañero de batallas y de juegos, Lamine Yamal, quién agitaba la lámpara y dejaba salir ese genio que tiene enamorado al barcelonismo.
El de Rocafonda emulaba a otro zurdo que arrancaba hacia dentro y ponía el esférico lejos de Alex Padilla al palo largo (1-0). La batalla entre los ‘gamberros’ de la Selección Española era un espectáculo que solo pudo detener la pausa de hidratación. El sorbo le sentó de miedo a un Lewandowski que se topó con la madera, por contra, los vascos necesitaban más bien un respiro más duradero.
Valverde contemplaba la escena con su característica pose de pensador con Gil Manzano haciendo la vista gorda a dos posibles penaltis; uno para cada equipo. ¿Y cuál señaló? el del Athletic. La decisión enfureció a los presentes que se aferraron a su nuevo capitán: Marc André Ter Stegen. Sancet no perdonaba e igualaba la contienda poco antes del descanso (1-1), con el Lluís Companys muy crispado con el colegiado.
La dinámica persistiría y Marc Bernal era amonestado tras la reanudación, aunque el equipo no se rendía y de nuevo el palo se interponía entre Lewandowski y el gol. Eran los mejores momentos del tridente ofensivo del Barça con Ferran Torres y Raphinha muy cerca del ariete. El ‘txingurri’ tomaba cartas en el asunto realizando una doble sustitución y Flick le pedía a Fermín que se quitara el peto para salir.
El andaluz ingresaba en lugar del ‘tiburón’ recibiendo una ovación de campeón…de Eurocopa y Juegos Olímpicos. La mala fortuna del delantero culé seguía creciendo y ésta vez Padilla se hizo enorme para salvar un tanto bajo la línea de gol. Pero tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe; por fin el polaco podía celebrar su 36 cumpleaños como mejor sabe hacer: marcando (2-1).
Jarro de agua fría para los de Bilbao que bebían en el tiempo de hidratación viendo como el FC Barcelona ganaba y estaba siendo superior. El encuentro decaía con los visitantes ya entregados a falta de cinco minutos y el técnico blaugrana quiso que la gente aplaudiera a Balde y Lamine Yamal como guinda de una victoria muy merecida frente al vigente campeón de Copa del Rey.