Si estás leyendo este artículo seguramente es porque por lo menos llevas unos cuantos meses siendo culé, pero si tienes años apoyando al equipo, entonces sabes que el barcelonismo siempre ha tenido un crack entre sus filas que marca las diferencias.
“¿Cómo identificamos a este crack, Alex?”
Fácil, es aquel que vende más camisetas, del que hay bufandas en la entrada del estadio, el que tiene una figura de acción o un juguete que buscas para tener entre tus coleccionables, ese futbolista que levanta a la grada con sus jugadas y acto seguido el estadio corea su nombre, el que anuncian en la alineación y la gente aplaude con mayor fuerza, o el que aparece como imagen de todas las marcas.
El fútbol del Barça generalmente se ha construido sobre un crack rodeado de grandes futbolistas, aunque a veces hemos tenido más de uno sobre el césped. Entre ellos podríamos citar a: Romario, Ronaldo, Rivaldo, Ronaldinho, Ibrahimović, Henry, Messi. Y si nos vamos un poco más atrás podemos recordar a Stoichkov, Laudrup, Maradona, o el mismo Cruyff por citar solo a algunos.
En el pasado mercado de traspasos, todos nos emocionamos con la llegada de Gündoğan justamente por esa necesidad de volver a contar con un crack diferencial en la plantilla, pero siendo honestos, el alemán es otro de esos grandes jugadores que llegan al equipo para rodear a un crack. Así tenemos a Pedri, a Araújo, o a Gavi, jugadores tan ilusionantes como Xavi, Iniesta o Puyol en su momento.
Pero hablemos de Lamine. Nuestro nuevo diamante en bruto. Un pedazo de futbolista que con sus 16 años está maravillando no solo a los culés, sino a todo el mundo. Pero ¡ojo!, el chico ya está en los reflectores del mundo y mucho tiene que ver el escaparate del Barça. Ahora, recordemos que así tuvimos en su momento a Gio dos Santos, a Halilovic, a Yusuf Demir, al mismo Bojan, a Riqui Puig, a Ilaix Moriba y más recientemente a Ansu, jugadores jóvenes a los cuales se les pone la etiqueta de crack y que la presión acaba por truncar sus sueños con entornos que los empujaron a tomar malas decisiones.
Cada uno de nosotros desde nuestra trinchera, tenemos que dejar que Lamine crezca a su ritmo, que viva lo que un chico de 16 años tiene que vivir, y sí, no es un chaval normal porque a los 16 años ya es millonario y tiene el futuro asegurado, pero ¿cuántos futbolistas han salido adelante cuando se les ha puesto la etiqueta de “el nuevo Pelé” o “el nuevo Maradona”? Pienso únicamente en Messi o en Neymar (decisiones mal tomadas aparte).
En conclusión, sigamos creyendo en Lamine, pero quitémosle la etiqueta de “el nuevo Messi”. Que crezca a su ritmo, y quién sabe, tal vez estemos ante el nuevo jugador del Barça que marcará una época.
Nos leemos en la próxima.
@soyalexluna
eluy58