Ni con el parón por los partidos de las selecciones, ni con el cierre del mercado de fichajes, está claro que en el FC Barcelona es imposible desde hace años tener una semana tranquila, que de tiempo a que se serenen las aguas, no hay manera.

Las salidas de Messi, Griezmann, Pjanic o Ilaix, con las consecuentes declaraciones y acusaciones cruzadas, las no salidas de Umtiti, Coutinho, Sergi Roberto, Collado o Dembélé, las rebajas salariales de los capitanes y los pesos pesados del vestuario…

Pues si nos aburríamos, salen filtrados en la prensa el burofax de Messi y el contrato de Griezmann, el presunto interés del club en renovar a Koeman, Laporta diciendo que el holandés es poco menos que el más “Cruyffista” del mundo. ¡Y nos lo queríamos perder! 

Personalmente, no seré yo el que se ponga a dar o quitar a nadie el carnet de “Cruyffista”, pero lo que si tengo claro, es que con el paso de los años este sentimiento, o modo de ver el fútbol, como quieran llamarlo, se ha ido perdiendo por el camino, y empieza a no parecerse en absoluto a lo que Johan Cruyff implantó en el Barça de finales de la década de los años 80 y principios de los 90, y que tantos éxitos y orgullo nos han traído a los culés desde entonces.

Está pasando con el “estilo Barça”, o “ADN Barça”, o “Cruyffismo”, lo que sucede cuando lanzas un mensaje a una persona, esta a su vez se lo cuenta a una nueva persona, que después se lo transmite a otra, que vuelve a hacer lo mismo de nuevo, y que después de transmitir el mensaje 5 o 6 personas, no se parece en casi nada al mensaje original. Esto no sería un problema si con la transmisión del mensaje solo se cambian las palabras, pues transmites lo mismo, pero a tu manera, el problema es que, además de las palabras, cambies también los conceptos y la esencia de lo que tú quieres transmitir, que, desgraciadamente, es lo que está sucediendo en el FC Barcelona desde hace años.

En mi opinión, el “Cruyffismo” no es jugar un sistema de juego concreto. El 4-3-3 es uno de ellos, como el 3-4-3 de Johan, incluso el 3-5-2 o el 4-2-3-1 pueden servir. La filosofía del Barça que tantos éxitos nos ha dado, es dominar los partidos desde la posesión del balón, pero con una alta velocidad en la circulación de balón y mucha verticalidad por parte de nuestros laterales y extremos, no una posesión larga, lenta y horizontal en nuestro propio campo como últimamente.

Es presionar y recuperar el balón lo antes posible y lo más cerca de la portería rival, para hacer tan absoluto el control del partido, que los rivales se rindan después de llevar una hora persiguiendo, primero el balón y los jugadores azulgranas, y después, las sombras de estos porque el cansancio ya no les permite llegar a la presión.

Es tener en el campo jugadores polivalentes que puedan jugar en varias posiciones y que te permitan hacer cambios de sistemas en el partido sin cambiar jugadores, recordar lo que hacían en su época jugadores como Nadal, Eusebio, Goico, Bakero, Beguiristain, Guardiola, Laudrup, Stoichkov o el propio Koeman, por ejemplo (y Alexanco de delantero centro).

La idea de Cruyff era buscar siempre el segundo gol nada más hacer el primero, y terminar el partido más contento si se ganaba por 4-2, que si se hacía por 2-0 como sucede en la actualidad. En la filosofía del club debe estar siempre presente el contar y confiar en la cantera en la que tanto se ha invertido y tanto nos ha ilusionado desde los comienzos de La Masia a principios de los años 80, buscando fuera lo que no teníamos en casa, eso sí, siempre jugadores de primer nivel mundial y que desearan venir al Barça por encima de ningún otro club, el que dude de venir o estar aquí ya no nos sirve, para mejorar sustancialmente el nivel de la plantilla, y no para tapar la proyección y dejar sin sitio a los jóvenes talentos de casa como ha ocurrido en estos años.

Son tantas cosas, que muchas de ellas se han ido perdiendo con el paso de los años, los entrenadores, los jugadores, y, sobre todo, los presidentes.

Es evidente que la perfección es imposible de conseguir, siempre hay algo que se podría haber hecho mejor, pero lo que es indiscutible, es que el fútbol más cercano a la perfección, a la excelencia, lo realizó el FC Barcelona de hace unos años, con Guardiola y Tito Vilanova en el banquillo, y con jugadores como Messi, Iniesta, Xavi, Puyol, Busquets, Piqué, Pedro, Alves, Henry, Valdés, Abidal o Villa en el campo, y que resumen y demuestran perfectamente lo que era, y debe seguir siendo, el “Cruyffismo”, el “estilo Barça” o el “ADN Barça”, como quieran llamarlo.

José Miguel Barreto De Mora @Mbarretodemora

Colaborador

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